En un sorprendente hallazgo, un equipo de arqueólogos liderado por Luke Auld-Thomas, estudiante de doctorado de la Northern Arizona University, ha descubierto una antigua ciudad maya en Campeche, México, denominada «Valeriana». Oculta bajo una densa vegetación, esta ciudad junto a otras 6,600 estructuras mayas fue revelada accidentalmente a través de datos obtenidos en 2013 con la tecnología LIDAR (Laser Imaging Detection and Ranging), que permite mapear el terreno mediante pulsos de láser desde el aire.
La magia del LIDAR: un vistazo bajo la selva
La tecnología LIDAR ha revolucionado la arqueología, permitiendo a los investigadores descubrir sitios antiguos que han permanecido invisibles a simple vista. Originalmente, el estudio fue realizado por científicos medioambientales mexicanos que buscaban monitorear el carbono en los bosques de la región. Sin embargo, cuando Auld-Thomas y su equipo procesaron los datos con métodos arqueológicos, emergió una imagen fascinante: un «paisaje maya antiguo poblado y urbano».
Este descubrimiento no solo mostró asentamientos dispersos, sino también una gran ciudad que pudo haber albergado entre 30,000 y 50,000 personas en su auge, entre los años 750 y 850 d.C. La ciudad de «Valeriana» se sitúa cerca de la única carretera en la zona y de un pueblo donde, por años, se ha cultivado activamente entre las ruinas sin que nadie imaginara la magnitud del sitio arqueológico.
El segundo sitio maya más grande
Según el estudio publicado en la revista Antiquity, «Valeriana» podría ser el segundo sitio arqueológico maya más extenso después de Calakmul, lo que sugiere la importancia de esta ciudad en el antiguo mundo maya. Campeche, con su terreno de selvas, llanuras de piedra caliza y humedales, era un núcleo estratégico para los mayas, especialmente durante el Período Clásico (250-900 d.C.), cuando florecieron ciudades sofisticadas y complejas.
Ecos del pasado y el futuro de la arqueología
La técnica de LIDAR continúa ganando terreno en el estudio de la civilización maya, ya que permite documentar áreas completas con precisión incluso bajo el espeso dosel de la selva. A medida que más áreas de las Tierras Bajas Mayas centrales se someten a este tipo de estudios, se espera encontrar más sitios de gran relevancia en México, Guatemala y Belice.
Este descubrimiento ofrece una ventana al pasado y también destaca la importancia de las tecnologías modernas en el avance de la arqueología. Para Auld-Thomas y su equipo, «Valeriana» es solo el comienzo, y quedan muchos secretos por desvelar en las antiguas selvas de Campeche.