Por Ander Masó
En un hermoso valle de abundante vegetación, al pie de las montañas, se esconde un tesoro cultural y turístico que te espera con los brazos abiertos: Malinalco, situado en el Estado de México. Este Pueblo Mágico, con sus calles empedradas y casas multicolores, es un santuario de la historia y la cultura mexicana que te invita a vivir una experiencia inolvidable.
Imagínate caminando por sus calles, donde cada esquina te sorprende con flores que brotan de las paredes de casonas coloniales, creando un tapiz vivo y colorido. Aquí, el tiempo parece detenerse, permitiéndote absorber la esencia de un México antiguo, con templos que datan de los siglos XV y XVII. Estos templos no solo son testigos de la historia, sino que también son un portal al pasado, donde las tradiciones y la arquitectura prehispánica y colonial se fusionan de manera única.
Uno de los puntos más destacados es el Monasterio Agustino, una joya arquitectónica que te hará sentir la paz y la espiritualidad que lo envuelve. Pero si de verdad quieres sumergirte en la historia, no puedes dejar de visitar la Zona Arqueológica de Malinalco, donde el Cuauhcalli o «Casa de los Águilas» te espera. Este sitio, tallado en la roca viva de la montaña, es un testimonio de la grandeza de los antiguos habitantes de esta región.
Para los amantes de la naturaleza y la aventura, Malinalco ofrece múltiples senderos y rutas de montaña que te permiten explorar la biodiversidad del valle. Desde aquí, puedes disfrutar de vistas panorámicas que te dejarán sin aliento y te conectarán con la Tierra de una manera profunda. Además, la cercanía con la Reserva de la Biosfera «Sierra de las Cruces» te brinda la oportunidad de observar fauna y flora endémicas, una experiencia ideal para fotógrafos y amantes de la vida silvestre.
La cultura gastronómica de Malinalco es otra razón para visitarlo. Sus mercados locales te ofrecen platos tradicionales que son una delicia para el paladar. Desde tacos de barbacoa de borrego hasta mole de olla, la cocina de Malinalco es un viaje por los sabores autóctonos de México. No te vayas sin probar el pulque, una bebida fermentada de origen prehispánico que aún se produce en la región.
Para aquellos interesados en artesanías, Malinalco es un paraíso de creatividad. Aquí encontrarás talleres donde artesanos locales trabajan con técnicas ancestrales, ofreciendo desde cerámica hasta tejidos, cada pieza con una historia que contar. Participar en un taller o simplemente observar cómo se teje la tradición en cada objeto es una experiencia cultural enriquecedora.
Por último, la amabilidad de los malincaltecas te hará sentir como en casa. Este pueblo no solo te ofrece un escape del bullicio urbano, sino que te abraza con su cultura viva, sus tradiciones y su historia. Así que, ¿qué esperas? Ven a Malinalco, donde cada visita es una aventura más allá del tiempo, una inmersión en la cultura y naturaleza de México que no olvidarás.
Festividades:
- Día de Malinalco, 1 enero. Desfiles, charreadas y otros eventos educativos.
- Semana Santa, marzo-abril. Fiestas y procesiones.
- Fiesta del Divino Salvador, 6 agosto. Misa, danzas y bailes populares.
- Festival Cultural, abril. Conciertos musicales, teatro, exposiciones, y conferencias.
Ubicación:
A 1:30 h de Toluca y de Cuernavaca; 2 h de Taxco, y 2:20 h de CDMX; Se localiza en la parte sur occidental, limita al norte con Joquicingo y Ocuilan; al sur con Zumpahuacán y el estado de Morelos; al este con Ocuilan y el estado de Morelos; al oeste con Tenancingo y Zumpahuacán.