CDMX, 2 de marzo del 2022.- Cuenta la leyenda que el dios Quetzalcóatl subió un día por las faldas de este volcán buscando el camino hacia la eternidad. Al llegar al cráter, el fuego calcinó su cuerpo y su alma tomando forma de quetzal. Las cenizas que quedaron flotando en el aire, cubrieron al sol durante cuatro días y solo entonces fue que la majestuosa ave voló develando su plumaje tan brillante que parecía una estrella en el firmamento. Desde entonces, se le llamó Citlaltépetl (Cerro de la Estrella).
Este volcán, a 77 kilómetros de la ciudad de Orizaba, es visita obligada. Sus blancos paisajes y riqueza natural, hipnotizan a los amantes de la aventura. Una de las mejores épocas del año para visitarlo es en otoño e invierno, cuando desde la falda de esta montaña se puede observar a la estrella Venus surcar el cielo para colocarse justo arriba del cráter, como una mística reminiscencia a la leyenda.
La mejor vista se encuentra en la cima de la montaña
Hay quienes se han impuesto el reto de escalarlo hasta el último centímetro de los seis mil metros de altura que tiene, pues es de gran orgullo presumir que llegaste a la cima del volcán más alto de México y el tercero más alto en Norteamérica. Son estos alpinistas experimentados quienes pueden conocer el glaciar de Jamapa, único glaciar que queda intacto.
Para los principiantes o con menos condición, el Parque Nacional Pico de Orizaba también tiene opciones como el senderismo de media montaña, ciclismo de montaña o caminatas para tomar fotografías de su flora (pinos, abetos y encinas), fauna (coyotes, liebres, comadrejas, venados, pumas, topos, conejos) y paisajes que incluyen ríos de aguas cristalinas e impresionantes cañones.