Caminar aporta grandes beneficios a la salud cardiovascular, la calidad del sueño y el estado de ánimo. Los fisioterapeutas del Colegio de Fisioterapeutas de Cataluña han compartido una serie de consejos para realizar esta actividad de manera segura y efectiva, especialmente cuando se plantean rutas exigentes como el Camino de Santiago.
Preparación para una caminata
Para enfrentarse a caminatas de larga distancia, como el Camino de Santiago, es fundamental tener una preparación adecuada tanto física como mental. Los fisioterapeutas recomiendan hacer ejercicios de movilización y calentamiento antes de caminar, enfocados en piernas, brazos y espalda. Además, es esencial conocer bien la ruta y planificar las etapas considerando la longitud del trayecto y la proximidad de refugios y albergues. La ruta debe ajustarse a la condición física de cada persona para evitar lesiones y molestias.
La mejor ropa para caminar
El equipamiento adecuado es crucial para una caminata exitosa. Se recomienda llevar ropa térmica y aislante para el frío, así como gorra o sombrero para protegerse del sol. En cuanto al calzado, unas botas de trekking ligeras e impermeables son ideales, y la suela debe tener buen agarre para evitar caídas. Los calcetines deben ser elásticos y transpirables para mantener los pies secos y cómodos.
La mochila adecuada
La mochila debe ser ligera y adecuada a las necesidades del trayecto, con un cinturón de descarga y cintas de compresión para proteger la región lumbar. Es importante que sea impermeable y cuente con un pequeño botiquín de primeros auxilios.
Cómo caminar correctamente
Para caminar correctamente y evitar lesiones, es importante mantener un paso cómodo y apoyar totalmente el pie en el suelo. Los bastones de trekking pueden ayudar a descargar peso de las articulaciones y proporcionar estabilidad extra. Durante la caminata, es esencial mantener una correcta hidratación y descansar al menos cinco minutos por cada hora o máximo dos horas de caminata. Durante las pausas, se recomienda aflojar el calzado y poner los pies en alto para favorecer la circulación. Aplicar frío local a las zonas sobrecargadas y acudir al fisioterapeuta en caso de dolor o síntomas de lesión también es aconsejable.
Seguir estos consejos te permitirá disfrutar de los numerosos beneficios de caminar sin poner en riesgo tu salud.