El estado de Colima no solo es famoso por su rica cultura y hermosos paisajes, sino también por ser un destino ideal para los entusiastas del downhill, un deporte que combina habilidad, valor y mucha adrenalina. Esta modalidad extrema del ciclismo de montaña atrae a aventureros dispuestos a enfrentar los desafíos de la naturaleza a toda velocidad.
La Cumbre, muy cerca de la capital colimense, es uno de los sitios más emblemáticos para la práctica de este deporte. Con una longitud de 2.2 kilómetros y una altura de 750 metros sobre el nivel del mar, este lugar no solo ofrece pistas desafiantes llenas de rampas y obstáculos como la «piedra del sacrificio», sino también es sede de competencias importantes como el Campeonato Nacional Open Downhill. Además, los visitantes pueden disfrutar de actividades como el senderismo y el parapente, aprovechando las impresionantes vistas de la ciudad.
Por otro lado, el Nevado de Colima, un estratovolcán que se alza a 14,000 pies, se presenta como otro santuario para los ciclistas de montaña. Este Área Natural Protegida ofrece rutas variadas que son un reto incluso para los más experimentados, con la recompensa de paisajes espectaculares y descensos que cortan la respiración.
Entre las rutas menos conocidas pero igualmente emocionantes se encuentra el recorrido que va de Colima a Comala pasando por El Chical. Esta ruta no solo desafía físicamente con sus constantes cambios de elevación, sino que también ofrece espacios para el descanso y la contemplación, como el Ojo de Agua en El Chical.
La ruta de los 7 Pueblos es otra joya para los ciclistas, abarcando más de 42 kilómetros a través de diferentes comunidades y paisajes. Es una experiencia única para quienes buscan inmersión total en la naturaleza y la cultura local.
Además de ser un paraíso para el downhill, Colima ofrece una amplia gama de actividades extremas y de aventura, desde salto en paracaídas hasta surf y stand up paddle en sus hermosas costas. Para los amantes de la escalada, el rappel en la Cascada El Salto es una experiencia que no se debe perder.