Por Juan Pablo Ojeda
El pasado 4 de diciembre se cumplieron dos meses de la desaparición de la abogada y activista Sandra Domínguez Martínez en Oaxaca, quien en 2020 denunció que altos funcionarios del gobierno estatal compartían, a través de chats, fotos íntimas de mujeres indígenas. Este caso ha captado la atención a nivel nacional debido al perfil de la activista, que luchaba contra la violencia de género y el acoso digital.
Durante la conferencia matutina del 17 de diciembre, la presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, recordó que la investigación sobre la desaparición de Domínguez Martínez está siendo dirigida por la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, mientras que el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, precisó que existen varias líneas de investigación, pero que, según los primeros indicios, el objetivo de la desaparición podría no haber sido Sandra, sino su pareja, Alexander Hernández. Harfuch señaló que Hernández estaría vinculado a un grupo delictivo local, lo que sugiere que la desaparición podría estar relacionada con actividades criminales.
El caso de Sandra Domínguez es especialmente relevante debido a su lucha por la denuncia de la violencia de género, en particular la exhibición ilegal de imágenes íntimas. En este contexto, Sheinbaum fue cuestionada durante la rueda de prensa sobre si el activismo de Domínguez formaba parte de la investigación, y si su gobierno planeaba fortalecer leyes como la Ley Olimpia para proteger a las mujeres.
En su respuesta, la mandataria resaltó que, en las leyes secundarias de la reforma constitucional para fortalecer los derechos de las mujeres, ya se contempla la violencia digital como un delito tipificado a nivel federal. «En las leyes que presentamos el día de ayer, viene ya la violencia digital, que ya se había legislado en algunos estados, pero ahora se tipifica a nivel federal», señaló Sheinbaum, destacando que corresponde a cada estado adaptar esta legislación en sus respectivos códigos penales.
Este caso subraya la necesidad urgente de reforzar las leyes que protejan a las mujeres de la violencia de género y el acoso digital, un tema que se ha vuelto cada vez más relevante en la era de las redes sociales. La desaparición de Sandra Domínguez pone de manifiesto las graves amenazas que enfrentan quienes luchan contra la injusticia y la violencia en México, al tiempo que refleja la importancia de fortalecer el marco legal para prevenir futuros casos similares.