Por Bruno Cortés
En el último episodio de la telenovela que vivimos día con día en México, nuestra mañanera no se quedó corta en material de impacto. Desde la triste cifra de personas desaparecidas hasta los tiras y aflojas con magnates, pasando por promesas de recuperación turística, este capítulo tuvo de todo, chilangos.
María Luisa Alcalde, nuestra Secretaria de Gobierno, soltó la bomba con una cifra que nos pega en el alma: 99,729 almas desaparecidas, un número que, a pesar de los esfuerzos, sigue creciendo. Aunque se han localizado a miles, la realidad es que aún hay muchas familias con el corazón en un puño, buscando a los suyos. Y mientras tanto, el presidente tuvo que decirle a una madre buscadora, en pleno dolor, que «luego platicamos» porque tenía que irse a celebrar el petróleo. Sí, así de cruda es la realidad en nuestro México lindo y querido.
Por otro lado, nos intentan alegrar el día con noticias del Puerto de Acapulco, asegurando que todo estará listo para recibir a los turistas en Semana Santa y el Tianguis Turístico. A ver si es cierto, porque la esperanza en estos anuncios ya la tenemos más perdida que al Cruz Azul en finales.
Y como si fuera poco, revivieron el chisme de los adeudos de Ricardo Salinas Pliego al SAT. El presidente, en su estilo único, trató de explicar que este telenovelón de deudas tiene para rato, mencionando cifras astronómicas y hasta un ministro que guardaba millones en su cajón. La cosa está que arde, y al final, el mensaje fue claro: «Ricardo, vámonos por la legal, no por debajo del agua».
Así nos dejó la mañanera, entre la tristeza de las búsquedas que no cesan, las promesas turísticas y las novelas millonarias con empresarios. Lo que sí es cierto es que cada día, este país nos demuestra que la realidad supera la ficción.