Israel se encuentra bajo escrutinio internacional después de que se informara sobre el presunto uso de proyectiles de fósforo blanco en áreas densamente pobladas de Gaza durante la escalada del conflicto con Palestina. El empleo de esta munición está prohibido por el Derecho Internacional y se considera un crimen de guerra.
Un video difundido en redes sociales muestra la presunta utilización de proyectiles de fósforo blanco por parte de las fuerzas israelíes en una zona residencial en el norte de Gaza. Este informe ha desatado una ola de condena por parte de la comunidad internacional.
Los ataques aéreos de Israel en Gaza han causado daños significativos a infraestructuras vitales como escuelas, hospitales y viviendas, lo que ha agravado la ya crítica crisis humanitaria en la Franja de Gaza.
La organización Médicos sin Fronteras (MSF) también ha denunciado que sus ambulancias en Gaza son blanco de los ataques indiscriminados por parte de las fuerzas israelíes.
Hasta el momento, la brutal ola de bombardeos israelíes ha resultado en la trágica pérdida de vidas, con 510 palestinos muertos, incluyendo 91 niños, y 2,700 heridos, según la Media Luna Roja Palestina. Miles de familias han sido desplazadas en el asediado enclave costero como consecuencia de la violencia.
Este no es el primer incidente en el que se alega que Israel utiliza munición prohibida en ataques a Gaza, ya que en 2009 se reportó que el ejército israelí empleó deliberadamente proyectiles de fósforo blanco en áreas densamente pobladas durante una ofensiva. La situación actual ha generado un llamado internacional a investigar estos presuntos crímenes de guerra y a buscar una solución pacífica al conflicto.