Kristy Burrows, una responsable del Comité Olímpico Internacional (COI), ha presentado una denuncia por las amenazas y mensajes de odio en línea que ha recibido tras defender la participación de la boxeadora argelina Imane Khelif en la categoría femenina de los Juegos Olímpicos de París 2024.
La Fiscalía de París confirmó este miércoles que Burrows formalizó la denuncia el domingo ante la policía y que se ha abierto un procedimiento por amenazas de muerte, un delito castigado en Francia con hasta tres años de cárcel y 45.000 euros de multa. La investigación también abarca delitos de incitación pública a cometer ataques a personas, con penas de hasta cinco años de prisión y 45.000 euros de multa, y cíberacoso, que puede conllevar dos años de cárcel y 30.000 euros de multa.
Detrás de todo está la controversia sobre Khelif, quien el martes se clasificó para disputar la final olímpica de hasta 66 kilos frente a la china Liu Yang. La boxeadora ha sido objeto de una campaña contra su participación en los Juegos por parte de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), organismo inhabilitado por el COI por sus irregularidades, que le había impedido competir en los campeonatos del mundo de 2023 alegando que no había superado las pruebas de género.
La IBA afirma que Khelif tiene cromosomas XY y niveles de testosterona más altos de lo normal en las mujeres, pero el COI desautoriza esos exámenes de género, insistiendo en que Khelif ha sido registrada como mujer desde su nacimiento y así consta en su pasaporte.
La polémica resurgió durante los Juegos Olímpicos cuando Khelif ganó su primer combate tras la retirada prematura de la italiana Angela Carini, una acción que recibió el apoyo público de la primera ministra italiana Giorgia Meloni, quien afirmó que los atletas con características genéticas masculinas no deberían competir en categorías femeninas. Esto reavivó el debate y provocó una oleada de declaraciones transfóbicas en línea.