Este miércoles, Claudia Sheinbaum Pardo, próxima presidenta electa de México, reveló su ambicioso plan para la construcción de tres líneas de trenes de pasajeros, generando reacciones encontradas entre la población y expertos políticos.
El Proyecto y sus Implicaciones
El proyecto, que se espera tome entre 4 y 5 años para completarse, busca conectar diversas regiones del país con sistemas de transporte eficientes. Las tres líneas de tren propuestas son:
- Ruta México – Guadalajara: Con estaciones estratégicas que incluyen Ciudad de México, Querétaro, Guadalajara, y otras ciudades intermedias.
- Ruta AIFA – Pachuca: Conectará el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles con Pachuca, beneficiando a las comunidades a lo largo de su trayectoria.
- Ruta CDMX – Nuevo Laredo: Atravesará San Luis Potosí y Monterrey, extendiéndose hasta Nuevo Laredo, Tamaulipas, y prometiendo unir a diversas localidades en el norte del país.
Respuesta Crítica de Denise Dresser
La académica Denise Dresser no tardó en criticar la iniciativa a través de Twitter, cuestionando la viabilidad financiera del proyecto bajo el actual contexto económico. Dresser señaló las deficiencias fiscales dejadas por la administración de Andrés Manuel López Obrador y la ausencia de reformas fiscales en el próximo gobierno de Sheinbaum, advirtiendo sobre la posibilidad de un déficit público mayor y el impacto potencial en las finanzas públicas.
Detalles Financieros y Logísticos
Sheinbaum aseguró que la inversión estimada para las líneas de tren sería significativa, con un presupuesto total que se desglosa en 55 mil millones, 20 mil millones y 400 mil millones de pesos para cada una de las rutas mencionadas, respectivamente. Además, destacó que se está trabajando en las licitaciones necesarias y que la construcción estaría a cargo de ingenieros militares y empresas privadas, siguiendo un modelo similar al implementado para el Tren Maya en el sureste del país.
Expectativas y Desafíos Futuros
La presentación del proyecto ha suscitado un debate intenso entre los partidarios de fortalecer las infraestructuras de transporte y aquellos preocupados por las implicaciones económicas y ambientales. A pesar de las críticas, Sheinbaum se mantiene optimista sobre la viabilidad del proyecto y su impacto potencial en el desarrollo regional y nacional.
Se espera que el inicio de la construcción coincida con el inicio formal del gobierno de Sheinbaum el 1 de octubre, marcando un hito significativo en la agenda de infraestructura del próximo gobierno mexicano.