CDMX a 9 de abril, 2024.- En un momento de creciente tensión entre naciones, la diputada Karla Yuritzi Almazán Burgos de Morena, y vicepresidenta de la Mesa Directiva, ha puesto el foco sobre la delicada situación que enfrentan México y Ecuador. La reciente intrusión de la policía ecuatoriana en la Embajada de México en Quito, con el objetivo de detener al exvicepresidente Jorge Glas, ha desatado una crisis diplomática de proporciones significativas, marcando un posible punto de inflexión en las relaciones bilaterales entre ambos países.
Este incidente no solo ha generado consternación a nivel internacional, sino que también ha provocado una inmediata reacción política dentro de México. Según Almazán Burgos, este acto de violación a la soberanía nacional constituye una afrenta directa a los tratados internacionales que rigen las relaciones diplomáticas y la convivencia pacífica entre las naciones. La diputada advierte que las repercusiones de este acontecimiento podrían ser amplias, no solo para las relaciones México-Ecuador sino también en el contexto más amplio de la diplomacia latinoamericana.
La tensión surge en un contexto ya complicado por las recientes decisiones de México de imponer visas a ciudadanos peruanos, una medida que fue prontamente reciprocada por Perú. Este intercambio de restricciones visuales podría augurar un periodo de fricciones diplomáticas en la región, afectando no solo a los gobiernos sino también a los ciudadanos de los países implicados.
Por otro lado, Almazán Burgos destacó un evento de naturaleza completamente distinta, pero no menos significativo: el eclipse total de sol observado desde la explanada de San Lázaro. Este fenómeno, descrito por la diputada como «hermoso» y «sensibilizador», ofrece un momento de reflexión sobre la pequeñez humana frente a los vastos sucesos del cosmos. Un recordatorio oportuno de la importancia de la cooperación y el respeto mutuo en todos los ámbitos de la relación humana, incluidas las interacciones internacionales.
Este incidente en la Embajada de México en Quito pone de manifiesto la necesidad urgente de dialogar y reparar las relaciones diplomáticas, no solo entre México y Ecuador sino también en el ámbito más amplio de la política internacional, donde el respeto a la soberanía y a los tratados internacionales debe prevalecer sobre las diferencias y conflictos.