Tras las múltiples quejas de los habitantes, la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez Álvarez, visitó el municipio de Chalco el día de ayer, donde cientos de familias llevan más de dos semanas enfrentando los devastadores efectos de una grave inundación provocada por el colapso del sistema hidráulico el pasado 2 de agosto.
Durante su visita, la mandataria recorrió algunas de las colonias más afectadas, entre ellas Culturas de México, y conversó directamente con los residentes, quienes le expresaron su desesperación ante las pérdidas materiales y los riesgos de salud que enfrentan. Gómez aseguró que el gobierno estatal no los dejará solos en este momento crítico, comprometiéndose a coordinar esfuerzos con las autoridades federales para resolver la emergencia de manera efectiva.
Acompañada por el titular de Protección Civil y el director de Operaciones de la Comisión del Agua del Estado de México, la gobernadora dio seguimiento a las acciones que ya se encuentran en marcha para ayudar a las aproximadamente 600 familias damnificadas. Entre estas medidas, se destacan la activación del Plan DN-III por parte del ejército mexicano y el despliegue de equipos especializados para la extracción del agua estancada, que en algunos puntos ha llegado a alcanzar la altura de las rodillas.
Gómez Álvarez también anunció la implementación de un censo exhaustivo para evaluar las necesidades más urgentes de los afectados, lo cual permitirá que se brinde asistencia adecuada en forma de alimentos, medicamentos y consultas médicas. Estas acciones son parte de una estrategia preventiva para evitar brotes de enfermedades, una preocupación latente entre los residentes debido a las condiciones insalubres.
La mandataria destacó que seguirá de cerca la situación hasta que se normalicen las condiciones en la región. Su visita a Chalco reafirma su compromiso de atender las demandas ciudadanas y actuar con rapidez ante desastres naturales que ponen en riesgo la seguridad y bienestar de la población.
La comunidad, aunque aún angustiada, recibió con esperanza las palabras de la gobernadora, quien se mostró dispuesta a trabajar de la mano con los diferentes niveles de gobierno para brindar el apoyo necesario a las familias que, desde hace días, viven entre el agua y el lodo.