El Museo Nacional de la Estampa (Munae) se viste de gala con la exposición “Del papel a la piel. Tatuaje y grabado”, una muestra que invita a la reflexión sobre el arte del tatuaje y su relación intrínseca con el grabado. Curada por Pamela Xochiquetzal Ruiz Gutiérrez y realizada con el apoyo entusiasta del público cautivo del recinto, esta exposición revela cómo estas formas de expresión han emergido como un nuevo género artístico que merece ser reconocido y explorado.
Dividida en tres núcleos temáticos—“Cuestión de identidad”, “El caso de la reproductibilidad y la originalidad en la gráfica y el tatuaje” y “El tatuaje y las técnicas convertidas en estilo”—la muestra es un verdadero escaparate de la creatividad contemporánea que desafía los límites tradicionales del arte. A través de una variedad de técnicas, estilos y símbolos, los visitantes pueden apreciar el talento de artistas emergentes que rinden homenaje a los clásicos mientras crean obras originales.
En el primer núcleo, “Cuestión de identidad”, se destacan grabados icónicos de José Guadalupe Posada, cuyas calaveras se han convertido en símbolos universales. Un ejemplo notable es el trabajo de Enrique Dubost, donde dos calaveras danzan en las piernas de una joven, evocando el famoso “Jarabe de ultratumba”. Además, se presenta una reinterpretación de la Calavera Catrina en la piel de los tatuados, una imagen imborrable que se ha ganado un lugar especial en la cultura popular.
La segunda sección, “El caso de la reproductibilidad y la originalidad en la gráfica y el tatuaje”, desafía la noción de lo convencional. Aquí, el impacto visual de una calavera sirena con piel de cascabel, obra de José Eduardo Serrano Limón, deja huella, al igual que el tributo a Nirvana a través del tatuaje de Azucena Zúñiga, que conmemora el legado musical del grupo.
Por último, el núcleo “Las técnicas convertidas en estilo” resalta la esencia de la creatividad individual. Los artistas emergentes presentan demonios, dragones y personajes literarios, cada uno mostrando un dominio excepcional en su técnica. Este segmento incluye prácticas milenarias como el handpoke y la escarificación, métodos que entrelazan el grabado y el tatuaje en un diálogo artístico sin precedentes.
La curadora destaca cómo el tatuaje, presente en diversas culturas a lo largo de la historia, es una forma de apropiación del cuerpo y construcción de identidades, tanto individuales como comunitarias. En un contexto donde los diseños prehispánicos resuenan con fuerza, “Del papel a la piel” no solo celebra la estética, sino también la rica herencia cultural de México.
Esta exposición es una invitación a explorar el arte del tatuaje más allá de su superficie, entendiendo su profundidad y significado en un mundo donde cada trazo cuenta una historia. La muestra está disponible en el Flickr del Munae, brindando acceso a todos aquellos interesados en adentrarse en esta fascinante intersección entre el papel y la piel.