Por Berenice Pérez
El cempasúchil, esa vibrante flor que adorna las ofrendas del Día de Muertos en México, enfrenta una creciente amenaza con la venta de su versión china. Este fenómeno no solo impacta la producción local, sino que también pone en riesgo la rica tradición cultural que rodea a esta emblemática flor.
China, que produce aproximadamente el 70% del cempasúchil a nivel mundial, ha llevado a una disminución drástica en la producción mexicana. En 1985, nuestro país cultivaba más de 16,600 hectáreas de cempasúchil; sin embargo, para 2020, esta cifra se desplomó a apenas 1,951 hectáreas. Esta reducción ha golpeado duramente a los agricultores locales, quienes dependen de esta flor no solo para las festividades del Día de Muertos, sino también como una fuente vital de ingresos.
La mayoría de los productores mexicanos utilizan semillas mejoradas que son importadas, lo que limita su capacidad para cultivar variedades nativas y preservar la calidad del cempasúchil mexicano. Esta dependencia puede resultar en una pérdida de las características únicas que son altamente valoradas en el mercado local, poniendo en riesgo la diversidad agrícola del país.
El cempasúchil no es solo una flor; es un símbolo cultural que resuena profundamente durante el Día de Muertos. La introducción y promoción del «cempasúchil chino» podría diluir la conexión cultural que esta flor tiene con nuestras tradiciones. La confusión entre las variedades podría llevar a un menor aprecio por el cempasúchil nativo, amenazando la herencia cultural que tanto valoramos.
En un intento de proteger la tradición, han surgido campañas en redes sociales instando a no comprar el cempasúchil chino. Sin embargo, estas acciones pueden resultar contraproducentes, afectando a productores locales que cultivan variedades ornamentales. La confusión sobre el origen de las flores puede llevar a pérdidas económicas para los agricultores que dependen de su venta.
La competencia del cempasúchil chino plantea desafíos significativos tanto para la producción agrícola en México como para nuestra identidad cultural. Para salvaguardar a los agricultores locales y honrar la rica tradición del cempasúchil, es fundamental fomentar el cultivo y consumo de variedades nativas. Aumentar la conciencia sobre la importancia de esta flor en nuestra cultura es esencial para preservar su legado y asegurar un futuro sostenible para quienes la cultivan. ¡Celebremos y defendamos lo nuestro!