Sincretismo es una palabra importante para describir la cultura mexicana, pues es el resultado de una compleja combinación de la tradición católica europea con las raíces indígenas de su territorio.
Esta combinación de valores y gustos queda de manifiesto en la celebración de La Candelaria, que el 2 de febrero combina el festejo de los 40 días posteriores al nacimiento de Jesús en Navidad con comilonas basadas en tamales, un platillo indígena cuyo fundamento es el maíz, planta fundamental en el desarrollo cultural y civilizatorio de Mesoamérica.
En promedio, un mexicano consume 335 kilogramos de maíz al año, entre cuyos alimentos principales figura el tamal, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) del Gobierno de México.
«Se dice que eran un alimento para las grandes fiestas, también se preparaban para agradecer la fertilidad de la tierra, en cualquier evento social y como ofrenda a los muertos. Este tamal era más firme y apelmazado, elaborado con verduras como calabaza, chile y maíz, productos tradicionales de nuestro país», señaló la dependencia federal en un artículo de divulgación.
La tradición indica que quien encuentre el muñeco de la rosca de Reyes el 6 de enero, representación del ocultamiento del niño Jesús luego de que el rey Herodes mandara matar a los niños de Belén, debe invitar a tamales a sus comensales el 2 de febrero, día de la Virgen de la Candelaria, cuyo festejo en ciudades como Tlacotalpan, Veracruz, se acompaña de música jarocha, borrachera y baile.
Tras la Conquista española, el platillo integró ingredientes provenientes de Europa, como la manteca y la carne de cerdo.
La bolita de maíz que lo constituye puede rellenarse de distintos sabores y se cocina envuelto en hojas de distintos vegetales, como maíz, plátano, carrizo, chilaca o papatla, recuerda la Sader.
«Los hay de semilla de huauzontle, frijol con rajas, rellenos de carne de puerco o pollo en sofisticadas salsas, también hay de zanahoria y papa picadas, chícharos, pimiento, así como huevo cocido», indica.
«De igual manera los hay de sabores dulces, como de piña con rompope, piñón con biznaga, dulce de cacahuate, entre otros sabores», abunda.
La dependencia federal identifica unas 500 recetas y hasta 4.000 preparaciones de este alimento en todo el territorio mexicano.
La Sader distinguió que México produce al año 27 millones 228.242 toneladas de maíz, con Sinaloa, Jalisco y Michoacán como los principales sembradores, además de que el país cuenta con 64 razas de esta planta.
El principal comprador de maíz mexicano en el mundo es Venezuela, transacción que genera recursos por encima de los 134,5 millones de dólares.
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