La tragedia de San Antonio, Texas, donde fallecieron al menos 55 migrantes, de ellos 22 mexicanos, tiene su origen, sí en la pobreza ancestral en la región, pero también las violencia extrema que se vive en México, en los abrazos y no balazos que permiten un Estado fallido en amplias regiones del país y en las políticas fallidas, asistencialistas, que creen que con 2 mil pesos mensuales, los jóvenes, los jornaleros, los desempleados, pueden sobrevivir a la inflación más alta de las últimas dos décadas.
Las culpas se repartirán desde Palacio Nacional a los neoliberales, a Salinas, a Calderón a Peña, a las redes de traficantes que operan en Estados Unidos, pero nunca se reconocerá la corrupción que prevalece en el Instituto Nacional de Migración (INM), mejor conocido como “El Cartel del INM”, ni tampoco en las políticas militares, policiacas, inhumanas, que están obligando a los migrantes centroamericanos a utilizar a las bandas de traficantes para llegar a Estados Unidos.
Nadie parece recordar el otro tráiler, el que en diciembre pasado, se accidentó en Chiapas y en donde murieron más de 20 migrantes centroamericanos. A pesar de las evidencias de que el vehículo cruzó por retenes de INM y de la Guardia Nacional, nadie en el Gobierno de la 4T aceptó la existencia de la corrupción y la colusión de funcionarios con los cárteles que trafican seres humanos. Impensable que este gobierno pueda incurrir en algo así.
Ahora sí, desde Palacio Nacional, desde la cancillería, la Comisión Permanente del Congreso y hasta la desprestigiada FGR, alzaron la voz y exigieron justicia por lo ocurrido en Texas. Como dicen en la mañanera, son los mismos que “callaron como momias” en diciembre del 2021 con la tragedia del tráiler en Chiapas.
Lo cierto es que lo ocurrido en Texas es parte del éxodo de la violencia en el país que privilegia los abrazos y no balazos contra el crimen y que está arrojando a la frontera norte a decenas de miles de mexicanos, los mismo originarios de Michoacán que de Zacatecas, Sinaloa o Guerrero. Ahora es noticia porque fue medio centenar de fallecidos, pero todas las semanas en el desierto de Arizona se encuentran decenas de restos de migrantes.
El diputado del PT, Gerardo Fernández Noroña, exigió desde la tribuna de la Comisión la tribuna de la Comisión Permanente visas de trabajo y educativas a los migrantes…pero en Estados Unidos, a quienes también criticó que se les persiga como delincuentes en ese país.
Tal vez el petista olvidó que aquí a los migrantes se les persigue como delincuentes, se les detiene con la Guardia Nacional o el Ejército, se les encierra, se separa a las familias y se les deporta. Se le olvidó que el presidente López Obrador ordenó en septiembre del 2021, como parte de su política humanista, a los concesionarios de las empresas de autotransporte foráneo, prohibir que centroamericanos puedan viajar.
Organizaciones como el Movimiento Migrante Mesoamericano, además de denuncias al Cártel del INM coludido con traficantes, expuso que luego de la orden presidencial se fortalecieron las bandas de traficantes, ya que al no poder viajar en transporte público, captaron a los extranjeros que buscan llegar a Estados Unidos, encarecieron sus tarifas y se incrementaron los accidentes y muertes, como la ocurrida en Chiapas, como la ocurrida en Texas.
Pero el tema pronto se olvidará en Palacio Nacional cuando se festine los récords en las remesas de los llamados “héroes vivientes”. Es el doble discurso, la doble moral, cuando se trata de las políticas migratorias. Tal Cual.