Varios gobiernos de América Latina abogaron por una solución a través del diálogo al conflicto iniciado en el este de Ucrania y reclamaron atenerse a los Acuerdos de Minsk. Mientras Nicaragua y Cuba defendieron a Rusia y Bukele se burló de la «credibilidad de Biden», el presidente colombiano, Iván Duque, apostó por la OTAN.
La escalada de tensión generada en el este de Ucrania comienza a motivar un posicionamiento de los países latinoamericanos, cuyos Gobiernos varían entre reconocer la independencia de las repúblicas de Donetsk y Lugansk, reclamar una solución negociada o plegarse a la postura de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
México
México tiene una de las posturas más activas en el tema, ya que mantiene un asiento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Su canciller sostuvo que la postura mexicana es «en favor de la solución pacífica del conflicto, el respeto a la integridad de Ucrania y de las resoluciones de la ONU».
La postura de Ebrard fue ratificada en el Consejo de Seguridad por la embajadora mexicana ante el organismo, Alicia Buenrostro, quien recordó que Rusia aseguró «que no invadiría Ucrania» y pidió que las partes se atengan a las resoluciones de Naciones Unidas, así como a «retomar la vía de la distensión, la diplomacia y el diálogo».
Nicaragua
Nicaragua fue uno de los primeros países latinoamericanos en acompañar a Rusia en el reconocimiento a las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, a través de su propio presidente, Daniel Ortega. «Son provincias que están pobladas por ciudadanos rusos. Estoy seguro que si los someten a un referéndum como el de Crimea, la gente va votar incluso por anexarse a Rusia, que fue lo que hizo Crimea», dijo el mandatario en una declaración pública.
Ortega también aseguró que el conflicto se produce porque «están utilizando a Ucrania para provocar a Rusia» mediante la OTAN y consideró que «eso explica por qué Rusia está actuando como lo está haciendo: simplemente se está defendiendo».
Cuba
El Gobierno de Cuba también tuvo una postura crítica con el papel de EEUU en la escalada de tensión. A través de Twitter, el canciller cubano Bruno Rodríguez rechazó «enérgicamente» lo que considera «la histeria propagandística que desata el Gobierno de EEUU contra Rusia».
El representante del Gobierno cubano también transmitió la postura de la isla en relación a los intereses de la OTAN: «Nos oponemos firmemente a la expansión de la OTAN hasta las fronteras de ese hermano país».
El Salvador
El otro mandatario latinoamericano que se expresó por fuera de los cánones de la diplomacia fue Nayib Bukele, presidente de El Salvador, quien utilizó su cuenta de Twitter para cuestionar al presidente estadounidense, Joe Biden, por las comunicaciones del país norteamericano en relación a la situación en el este de Ucrania.
«¿Estos «comandantes» reciben cuatro órdenes de ataque a la semana? La administración Biden está perdiendo toda la credibilidad que le queda. Y todavía, una nueva supuesta orden que no sucedió. Extraña estrategia», tuiteó el presidente junto a una noticia de la cadena CNN del 20 de febrero en la que afirmaba que la Casa Blanca que «comandantes rusos» habían recibido órdenes de atacar Ucrania.
Honduras
Algo diferente fue la postura adoptada por el Gobierno de Honduras, que a través de su Cancillería llamó al diálogo y aclaró que «subraya la importancia de Ucrania en la convivencia pacífica de Europa».
El país centroamericano también «convoca a las potencias a no intervenir en Ucrania y defender un sistema internacional sustentado en el derecho internacional».
Colombia
El presidente colombiano, Iván Duque, fue consultado sobre la situación en Ucrania en medio de una gira que realizó en febrero por varios países europeos. Si bien mostró su rechazo a cualquier escalada de violencia, el mandatario dejó en claro el compromiso de su país con la OTAN, organización de la que es miembro.
«Hacemos un llamado también a la sensatez, éste no es momento de confrontaciones bélicas pero por supuesto Colombia siempre condenará cualquier ataque, cualquier invasión a una nación y mucho más cuando eso es producto de un intento de intimidación frente al deseo soberano de evaluar y consolidar si entra o no a la OTAN», afirmó, según recogieron medios colombianos.
Para Duque, «ningún país puede tener una actitud amenazante frente a otra nación en el propósito de unirse a la OTAN y por supuesto nosotros rechazamos cualquier tipo de acción violenta o bélica».
Brasil
Brasil regresó como miembro del Consejo de Seguridad en 2022. En el encuentro celebrado el 21 de febrero para abordar el caso de Ucrania, el representante brasileño, Ronaldo Costa Filho, reclamó que exista «pleno respeto a la Carta y los compromisos existentes, como los Acuerdos de Minsk» firmados en 2014.
Un comunicado de la Cancillería brasileña que acompaña las palabras de Costa Filho, indica que el país sudamericano «reafirma la necesidad de buscar una solución negociada, con base en los Acuerdos de Minsk, y que tenga en consideración los legítimos intereses de seguridad de Rusia y de Ucrania y la necesidad de respetar los principios de la Carta de Naciones Unidas».
Argentina escogió un camino similar y, a través de un comunicado, llamó a «que todas las partes involucradas avancen en una negociación diplomática que permita una salida política a la creciente tensión en el este de Ucrania, a fin de mantener la paz y la seguridad internacionales».
Chile
En Chile, el Gobierno de Sebastián Piñera, que atraviesa sus últimos días, manifestó una «profunda preocupación por la situación de tensión que actualmente se vive en la frontera entre Ucrania y Rusia» y, al igual que otros países, abogó por el cumplimiento de los Acuerdos de Minsk.
El Gobierno chileno aprovechó la ocasión para advertir que «la comunidad internacional ha debido sobrellevar en los últimos años una grave situación económica y una emergencia sanitaria que han generado una crisis humanitaria profunda», por lo que «hoy, más que nunca, se hace indispensable aminorar las tensiones y alcanzar la concordia entre los países de la comunidad internacional».