Por Bruno Cortés
El gobierno de Estados Unidos acaba de emitir una alerta para sus ciudadanos, instándolos a no viajar a Culiacán, Sinaloa, debido a la reciente ola de violencia que afecta a varias ciudades del estado. Si no estás familiarizado con lo que está pasando, aquí te lo explicamos de manera sencilla.
¿Qué está pasando en Sinaloa?
En los últimos días, ciudades como Culiacán, Los Mochis y Guasave han sido escenario de enfrentamientos, bloqueos de carreteras, y hasta incendios provocados. Todo esto, según las autoridades, tiene que ver con una disputa interna en el cártel de Sinaloa, uno de los grupos criminales más poderosos del país.
¿Por qué está sucediendo todo esto?
La violencia se desató después de que dos líderes del cártel de Sinaloa fueran arrestados en Estados Unidos a finales de julio. Uno de ellos es Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán, el famoso capo que lideraba el cártel antes de su captura. A raíz de este arresto, se cree que hay una pelea por el control del grupo entre «los Chapitos» (hijos de «El Chapo») y los seguidores de otro capo llamado Ismael «El Mayo» Zambada.
¿Qué implica la alerta de viaje?
El Departamento de Estado de EE.UU. ha clasificado a Sinaloa como un destino de «Nivel 4: No Viajar». Esto significa que las autoridades consideran que la situación de seguridad en el estado es extremadamente peligrosa. El consulado de EE.UU. ha pedido a sus ciudadanos en la región que tomen precauciones, se mantengan en casa si es posible, y eviten salir a la calle hasta nuevo aviso.
¿Cómo afecta esto a la población?
La violencia ha llevado al cierre de escuelas, negocios, y hasta la cancelación de las fiestas patrias en algunas zonas. Aunque el gobierno mexicano ha desplegado fuerzas especiales para intentar controlar la situación, el miedo sigue siendo una constante entre los habitantes de Culiacán.
¿Qué sigue?
Mientras no se logre calmar la situación entre las facciones del cártel, es probable que la violencia continúe afectando al estado de Sinaloa. Las autoridades de ambos países están trabajando para estabilizar la región, pero por el momento, los ciudadanos estadounidenses han sido advertidos de no viajar a la zona.