Poco antes de la ceremonia el embajador de Cuba en México, Marcos Rodríguez, saludó al presidente López Obrador, quien lo invitó a una foto ante uno de los cuadros más emblemáticos de Juárez (21 marzo 1806-18 julio 1872) en el Palacio.
Se trató del acto en el patio de honor del Palacio en el homenaje al presidente Benito Juárez en el 150 aniversario de su fallecimiento y la reapertura del recinto dedicado a honrarlo en esa sede del gobierno federal.
“Honrado de acompañar al Presidente López Obrador en el homenaje al Presidente Benito Juárez en el 150 aniversario de su fallecimiento y la reapertura del recinto dedicado a honrarlo en Palacio Nacional».
«Los pueblos de México y Cuba están unidos por la historia y el presente”, escribió el Twitter el diplomático cubano.
El mandatario reinauguró el Recinto de Homenaje a Don Benito Juárez, cuya remodelación corrió a cargo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a través de la Dirección General de Promoción Cultural y Acervo Patrimonial y de la Conservaduría del Palacio Nacional.
La muestra se realiza bajo el pensamiento expuesto por Juárez de que “Quisiera que se me juzgara no por mis dichos, sino por mis hechos”, y presenta 651 objetos divididos en cuatro módulos temáticos.
El primero de ellos, Juárez en su tiempo: vida, época y obra. El segundo, Ambientaciones museográficas de las habitaciones presidenciales. El tercero, Juárez en el tiempo: el culto a la figura. El último, Juárez sin tiempo: huellas de la transformación.
Entre las piezas de la exposición permanente destacan: la banda presidencial de Juárez; dos retratos del benemérito realizados por José Escudero y Espronceda, en 1872, y Tiburcio Sánchez, en 1889.
Además, el bastón de mando que le obsequió el pueblo de Santa María Ixcatlán, e indumentaria y objetos personales tanto de él como de su esposa, Doña Margarita Maza.
Se exhibe, además, una selección de 14 monedas con la efigie de Juárez -acuñadas entre 1914 y 1957- donadas por un particular y un sable de excelente fabricación prestado por el Museo de la Legión Extranjera Francesa obtenido en 1866 por el capitán Charles Blin.
El mantenimiento integral y especializado se extendió a los 1,050 metros cuadrados del museo e incluyó trabajos en 48 ventanas y 7 puertas; 15 rejas de hierro y 1,046 metros cuadrados de piso de madera.