Desde tiempos inmemorables la humanidad se ha preguntado por nuestro lugar en el Universo, cómo llegamos aquí y sobre todo ¿somos únicos o existen otras formas de vida en esta inmensidad de estrellas?
Para tratar de resolver esta duda, en 1961 Frank Drake planteó una ecuación que estima el número de civilizaciones extraterrestres en la Vía Láctea y que dominan tecnologías comunicativas a través de ondas electromagnéticas, explicó Leticia Carigi Delgado, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM.
La ecuación original
Para calcular el número de civilizaciones inteligentes se necesita el producto de siete términos transdisciplinarios englobados en 3 ámbitos:
- Astronomía:
1.- R: Número de estrellas de tipo solar que se forman por año.
2.- fp: Fracción de estrellas de tipo solar con un sistema planetario.
3.- ne: Número de planetas en un sistema planetario con condiciones de albergar vida según la distancia a su estrella, es decir, el número de planetas situados en la zona habitable del sistema.
- B) Química – Biología – Sociología
4.- fl: Número de planetas ubicados en la zona habitable donde podría surgir la vida básica
5.- fi: Número de planetas donde la vida básica se desarrolla a vida inteligente.
6.-fc: Número de planetas donde la vida inteligente despliega tecnología a a través de señales con ondas electromagnéticas al resto de la galaxia.
- C) Duración de cada civilización:
7.- L: Tiempo promedio que una civilización domina las ondas de comunicación emitidas hacia el espacio.
Para resolver la ecuación se requiere conocer los valores de los factores anteriores. Sin embargo, el resultado es inexacto porque desconocemos en mayor o menor grado algunas de estas cifras.
De acuerdo con la investigadora universitaria, el factor R (formación de estrellas) es el mejor conocido debido a la gran cantidad de datos astronómicos disponibles.
Actualmente, los investigadores cuentan con otros datos, como los exoplanetas detectados hasta el momento, los planetas del Sistema Solar y el conocimiento de la vida en la Tierra (desde la básica hasta la inteligente) y esto les ha permitido estimar los factores fp, ne, fl, fi y fc con cierta precisión.
Aunque la variable L es la más decisiva de la ecuación, lamentablemente es la más desconocida; hasta el momento no se han detectado civilizaciones extraterrestres y tampoco sabemos cuánto durará nuestra cultura.
Una proyección
Para realizar una proyección simple podemos plantear dos escenarios opuestos: uno pesimista y otro optimista, detalló Leticia Carigi.
Desde una perspectiva pesimista, una civilización avanzada permanecería 10 años. Así, N valdría aproximadamente 1, y esto significaría que nuestra civilización es única en la Vía Láctea.
En un escenario optimista tendríamos una civilización tecnológica con una vida de 100 mil años. Entonces N = 10 000 y esto equivaldría a una gran cantidad de civilizaciones extraterrestres que no se han identificado.
Además, existen otros factores fundamentales que la ecuación no maneja, como son: planetas o satélites habitables en estrellas diferentes a nuestro Sol; cambios de la zona habitable con la evolución de la estrella; la colonización interestelar; elementos químicos requeridos para la formación de planetas tipo Tierra, entre otros. Sin estas y otras variables la ecuación está incompleta.
De hecho, colonizar planetas implicaría que dichas civilizaciones inteligentes viajaran a altísimas velocidades y el viaje interplanetario duraría varias generaciones humanas, datos completamente desconocidos.