Croacia se complicó su futuro en la Eurocopa tras empatar 2-2 contra Albania en un dramático partido que vio un gol en tiempo añadido de Klaus Gjasula. Este resultado, sumado a la derrota previa contra España, pone al equipo dirigido por Zlatko Dalić en una situación comprometida, obligándolos a vencer a Italia en la última jornada para mantener sus aspiraciones en el torneo.
El encuentro comenzó con un gol temprano de Qazim Laçi, quien adelantó a Albania en el marcador durante la primera parte. Este tanto puso en aprietos a los croatas, que sabían que necesitaban al menos un punto para seguir con opciones claras de clasificación. A pesar de los esfuerzos del equipo de Luka Modric, que mostró destellos de su habitual calidad, no fue suficiente para igualar el marcador antes del descanso.
La segunda mitad trajo un cambio significativo con la entrada de Ante Budimir. El delantero de Osasuna se convirtió en un elemento crucial para Croacia, primero habilitando a Andrej Kramaric para el gol del empate y luego provocando el autogol de Gjasula, que momentáneamente le dio la ventaja al equipo croata.
Parecía que Croacia iba a conseguir una remontada reparadora, pero la alegría fue efímera. En el minuto 95, Gjasula, que había tenido una noche para el olvido, se redimió parcialmente al anotar el gol del empate para Albania, dejando a Croacia en una situación alarmante. Este gol en tiempo añadido fue un balde de agua fría para los aficionados croatas y dejó al equipo de Dalić en una posición precaria.
El camino para Croacia en esta Eurocopa no ha sido sencillo. Después de la dura derrota contra España, la esperanza de una recuperación contra Albania parecía tangible, especialmente tras la remontada parcial. Sin embargo, el gol de último minuto de Gjasula ha dejado a Croacia en la necesidad imperiosa de ganar a Italia en la última jornada para mantener viva la llama de la clasificación.
Este resultado deja muchas preguntas en el aire sobre el futuro del equipo croata en la Eurocopa. La presión ahora recae sobre figuras clave como Luka Modric, quien deberá liderar a su equipo en un partido crucial contra Italia. La tarea no será fácil, pero si algo ha demostrado Croacia en torneos anteriores es su capacidad para luchar hasta el final. Los aficionados croatas tendrán que esperar y ver si su equipo puede superar este desafío y avanzar en el torneo.