Crisis Global en la Lucha contra el VIH: Recortes de Financiación Amenazan con Retroceder la Epidemia

Las proyecciones son alarmantes. Entre 2025 y 2030, entre 4,43 y 10,75 millones de nuevas infecciones podrían registrarse en 26 países de ingresos bajos y medios. Este aumento sería acompañado por un drástico incremento en las muertes relacionadas con el VIH, estimadas entre 770.000 y 2,93 millones de fallecimientos en el mismo período.

Uno de los aspectos más preocupantes es el impacto en la población pediátrica. En el peor de los escenarios, se podrían registrar 882.000 nuevas infecciones infantiles y 119.000 muertes adicionales entre menores para el año 2030.

Causas Principales: La Suspensión de Programas Clave

Uno de los factores más críticos es la suspensión temporal de PEPFAR (el Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del SIDA), que representa el 73% de la financiación global. Este programa fue suspendido en enero de 2025, y si esta medida se vuelve permanente, 222.000 personas diarias perderían acceso al tratamiento antirretroviral en 54 países.

A esta suspensión se suman los recortes anunciados por los cinco mayores donantes internacionales: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania y Países Bajos. Las reducciones de entre el 8% y el 70% de sus contribuciones pondrán en riesgo servicios esenciales como las pruebas de diagnóstico, la prevención de transmisión materno-infantil y la atención comunitaria.

Poblaciones Más Vulnerables Bajo Amenaza

Los recortes afectarán principalmente a las poblaciones clave que ya enfrentan barreras significativas para acceder a la atención. Personas LGBTI, trabajadoras sexuales y usuarios de drogas, que representan el 55% de las nuevas infecciones globales, verán reducidos los programas específicos diseñados para apoyarlas. Además, África subsahariana, la región más afectada por la epidemia, podría ser la que sufra el mayor impacto. En países como Mozambique, donde el sistema sanitario depende en un 98% de la ayuda externa, la situación podría convertirse en una crisis sin precedentes.

Consecuencias a Largo Plazo: Retroceso en Objetivos Globales

Los recortes podrían poner en peligro los ambiciosos objetivos de ONUSIDA, conocidos como los 95-95-95, que buscan diagnosticar al 95% de las personas viviendo con VIH, tratar al 95% de las personas diagnosticadas y lograr la supresión viral en el 95% de ellas para 2030. La meta de reducir en un 90% las nuevas infecciones y las muertes por VIH podría verse completamente revertida.

Además, los expertos alertan que la interrupción de tratamientos antirretrovirales podría tener consecuencias fatales, con un estimado de entre 39.000 y 100.000 muertes anuales incluso en breves períodos de suspensión.

La Voz de los Expertos: Urge una Respuesta Global

Organizaciones internacionales como SEISIDA y ONUSIDA advierten que estos recortes “podrían deshacer décadas de progreso” y devolver las tasas de infección y mortalidad a niveles alarmantes similares a los de principios de los 2000. La comunidad global, instan los expertos, debe unirse para implementar una planificación estratégica y asegurar la cooperación internacional para evitar un colapso en la respuesta al VIH.

En un contexto donde las ganancias logradas parecen estar al borde de la pérdida, la urgencia por reforzar los esfuerzos de prevención, diagnóstico y tratamiento nunca ha sido tan crucial. La lucha contra el VIH no solo está en riesgo; también lo están las vidas de millones de personas en todo el mundo.

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