La famosa tienda de moda rápida Forever 21, que durante años fue el paraíso de los jóvenes en busca de ropa moderna y asequible, se ha declarado en quiebra por segunda vez en seis años. El pasado domingo, la empresa se acogió al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, un movimiento que permite a las empresas reorganizarse y seguir operando mientras liquidan sus deudas. Sin embargo, esta vez parece que la caída de Forever 21 es más definitiva, ya que no logró encontrar un comprador para sus 350 tiendas en todo Estados Unidos.
Fundada en 1984 en Los Ángeles por los inmigrantes surcoreanos Do Won Chang y Jin Sook Chang, Forever 21 alcanzó su auge en la década de los 2000, convirtiéndose en un gigante de la moda rápida. En su mejor momento, la empresa operaba alrededor de 800 tiendas a nivel mundial, de las cuales 500 estaban en Estados Unidos. A pesar de su popularidad entre los compradores jóvenes, la marca se ha visto superada por las circunstancias del mercado.
El cambio en las tendencias del mercado
El principal factor detrás de esta nueva quiebra es la disminución del tráfico en los centros comerciales, un fenómeno que ha afectado a muchas marcas tradicionales. Los consumidores están cambiando su forma de comprar, y el auge de las tiendas en línea, como Amazon, Shein y Temu, ha puesto en jaque a los minoristas de moda rápida. Empresas como estas, que operan principalmente en internet, han logrado ofrecer precios más bajos y una experiencia de compra más conveniente, algo que Forever 21 no ha podido replicar con su modelo de negocio basado en tiendas físicas.
Además, el concepto de «moda rápida», que Forever 21 tan bien dominó, está perdiendo terreno. Los consumidores de hoy están buscando productos más sostenibles y éticos, lo que no se alinea con el enfoque de muchas marcas de moda rápida, que han sido criticadas por su impacto ambiental y la explotación laboral en países de bajo costo.
La caída de Forever 21 y la competencia global
Brad Sell, director financiero de la empresa, comentó que la competencia con marcas extranjeras de moda rápida, que han aprovechado la exención «de minimis» para reducir aranceles y precios, ha sido un factor clave en la desaparición de la marca. La exención «de minimis» permite a los minoristas extranjeros vender productos a consumidores estadounidenses sin pagar aranceles aduaneros si el valor de los productos es inferior a 800 dólares, lo que ha permitido a las marcas internacionales ofrecer precios mucho más bajos que los de Forever 21.
Con esta nueva quiebra, la empresa se enfrenta a una reestructuración. Sin embargo, a pesar de la liquidación de sus tiendas en EE. UU., sus operaciones internacionales no se verán afectadas, y su sitio web continuará en funcionamiento. Las tiendas de Forever 21 en otros países podrían ser la clave para su posible resurgimiento, ya que la marca sigue siendo popular en mercados fuera de los Estados Unidos.
La historia de Forever 21
En su apogeo, Forever 21 era conocida por ofrecer ropa de tendencia a precios asequibles, especialmente para los jóvenes adultos. Sin embargo, la marca no pudo adaptarse rápidamente al cambio en las expectativas de los consumidores. A pesar de la crisis de 2019, cuando la marca ya se acogió al Capítulo 11 por primera vez, parecía haber logrado superar la tormenta al ser comprada por Sparc, una empresa conjunta entre Authentic Brands Group y operadores de centros comerciales como Simon Property y Brookfield Asset Management. Pero ahora, con la quiebra en 2023, la marca parece estar al borde del abismo.
¿Qué sigue para Forever 21?
Forever 21 seguirá operando en sus tiendas y en línea en Estados Unidos, pero los próximos meses serán cruciales para determinar su futuro. Los procesos de liquidación y las ventas supervisadas por el tribunal serán vitales para salvaguardar parte de los activos de la marca y de sus seguidores más fieles. Aunque la marca podría perder su dominio en los centros comerciales, podría encontrar una nueva forma de existir en el mundo digital.