Ciudad de México, 08 de diciembre de 2023.- El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), la más alta instancia electoral de México, enfrenta una crisis sin precedentes. Tres de los cinco magistrados actuales han roto filas con el magistrado presidente, Reyes Rodríguez Mondragón, exigiendo su renuncia inmediata. Los magistrados Mónica Soto, Felipe de la Mata y Felipe Fuentes expresaron su desconfianza hacia Rodríguez, alegando una falta de liderazgo y gobernabilidad que pone en jaque la estabilidad de este órgano crucial para la democracia mexicana.
Este escenario de conflicto interno no es nuevo para el TEPJF. Recordemos que en agosto de 2021, José Luis Vargas, acusado de corrupción y apodado «el magistrado billetes», fue presionado a renunciar por sus colegas. Ahora, la historia se repite con Rodríguez, quien se resiste a dejar el cargo, a pesar de la fuerte oposición interna.
El origen de la actual crisis se remonta al 31 de octubre, cuando finalizó el mandato de Vargas e Indalfer Infante, dejando al TEPJF funcionando con solo cinco de sus siete magistrados. Esta situación pone en evidencia la urgencia de que el Senado cubra las vacantes, especialmente considerando que el tribunal deberá calificar la elección presidencial en septiembre próximo.
La tensión escaló a un nivel público el lunes pasado, cuando Soto, De la Mata y Fuentes decidieron no asistir al informe de labores de Rodríguez, publicando una foto en un restaurante durante el evento, un gesto que desató una ola de rumores y especulaciones.
El conflicto se intensificó el miércoles, cuando los tres magistrados contrarios a Rodríguez le pidieron su renuncia, citando diferencias en la conducción administrativa y su solicitud de intervención de la Suprema Corte de Justicia en la crisis. Rodríguez pidió tiempo para considerar su posición, pero sus detractores no concedieron margen, forzándolo a convocar una sesión pública.
Durante la tensa sesión del jueves, Fuentes solicitó agregar el tema de la renuncia al orden del día. Aunque Rodríguez pidió más tiempo, los tres magistrados contrarios solicitaron un receso. A su regreso, encontraron ausentes a Rodríguez y a Janine Otálora, rompiendo el quorum necesario para continuar.
Mónica Soto comparó la situación con una partida de ajedrez perdida, mientras que Otálora, en una publicación en redes sociales, explicó su retirada de la sesión por falta de condiciones para un diálogo productivo, enfatizando la importancia de respetar las dinámicas democráticas.
A pesar de las acusaciones, Rodríguez advirtió sobre las consecuencias de la discordia, enfatizando que la herencia de la institución no puede ser la debilitación de un organismo fundamental para la democracia mexicana. No obstante, los magistrados opositores mantuvieron una postura firme, acusando a Rodríguez de falta de confianza, mal gobierno y traición.
Con esta serie de eventos, los jueces electorales del TEPJF se enfrentan a un dilema significativo, marcado por desacuerdos internos y la búsqueda de un nuevo liderazgo que asegure la estabilidad y eficacia en la administración de la justicia electoral mexicana. La crisis pone de manifiesto la importancia de la cohesión y el liderazgo en un organismo tan crucial para la democracia en tiempos de elecciones presidenciales.