Las CPU (Unidad Central de Procesamiento) y las GPU (Unidad de Procesamiento Gráfico) son dos tipos de procesadores esenciales en cualquier computadora, cada uno con su propia especialización y propósito.
Aunque ambos son microprocesadores equipados con silicio y lidian con datos, sus arquitecturas y propósitos son diferentes.
La CPU, a menudo referida como el cerebro principal del ordenador, se encarga de realizar cálculos y ejecutar instrucciones de programas.
Está diseñada para procesar tareas secuenciales de todo tipo, y es la estrella en muchas aplicaciones, como el aprendizaje profundo de alta definición, de 3D y no basado en imágenes de datos sobre el lenguaje, el texto y series temporales.
Las CPU pueden admitir capacidades de memoria mucho mayores que incluso las de las mejores GPU actuales en el caso de modelos complejos o aplicaciones de aprendizaje profundo.
Por otro lado, la GPU se encarga de procesar gráficos y visualizaciones, y es esencial para aplicaciones que requieren un rendimiento gráfico de alta calidad, como los juegos y los programas de edición de vídeo.
Una GPU generalmente tiene muchos más núcleos que una CPU, pero estos núcleos son más pequeños y menos potentes, ya que están diseñados para procesar múltiples tareas de manera paralela, al mismo tiempo.
Debido a su capacidad para realizar muchos cálculos matemáticos de forma rápida y eficiente, la GPU puede ser utilizada para entrenar modelos de Machine Learning más rápidamente y analizar grandes conjuntos de datos de forma eficiente.
En resumen, la CPU es el cerebro del ordenador que procesa tareas secuencialmente, mientras que la GPU es el procesador especializado que se utiliza para procesar tareas paralelas, principalmente si tiene relación con gráficos o cálculos complicados.
Ambos componentes son esenciales en la computación moderna, y su combinación, junto con una RAM suficiente, ofrece un banco de pruebas estupendo para el aprendizaje profundo y la IA.