Por Juan Pablo Ojeda
En un emocionante final que mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos, los Dallas Cowboys se llevaron una ajustada victoria ante los Pittsburgh Steelers con un pase de Dak Prescott a Jalen Tolbert en los últimos 20 segundos del partido, sellando el marcador en 19-17. Este triunfo marca la tercera victoria de la temporada para los Cowboys, que siguen luchando por establecerse en la carrera por los playoffs.
El partido, que inicialmente se presentó como un desafío para ambos mariscales de campo, fue un verdadero juego de defensivas. Durante tres cuartos, los únicos puntos en el marcador provenían de goles de campo, lo que reflejó la lucha por avanzar. Prescott, el mariscal de campo mejor pagado en la historia de la NFL, no tuvo su mejor día, acumulando dos intercepciones y una pérdida de balón. Por su parte, Justin Fields de los Steelers también enfrentó dificultades, fallando en varios de sus intentos de pase.
La dinámica del juego cambió dramáticamente a cinco minutos del final, cuando los Steelers sorprendieron a la defensa de los Cowboys con una jugada de engaño. Fields conectó un pase con su ala cerrada Pat Freiermuth, quien logró entrar solo por el centro, colocando a Pittsburgh en la delantera. Parecía que la victoria estaba al alcance de los Steelers, pero Dak Prescott no se dejó intimidar.
En un gesto de resiliencia, Prescott lideró una ofensiva que revitalizó a los Cowboys. Recobró un balón suelto en la zona roja y, con la presión a su alrededor, realizó un pase preciso a Jalen Tolbert en una cuarta oportunidad, dejando a los aficionados de Dallas en éxtasis. Este último esfuerzo no solo redimió a Prescott, sino que también dejó en claro su determinación de llevar a su equipo a la victoria.
Con este triunfo, los Dallas Cowboys mejoran su récord a 3-2, mientras que los Pittsburgh Steelers se quedan con la misma marca de 3-2, evidenciando la competitividad de esta temporada.
Los Cowboys han demostrado que, a pesar de los tropiezos, pueden encontrar la manera de salir adelante en situaciones de alta presión, lo que es fundamental para cualquier equipo con aspiraciones de llegar lejos en la NFL.