Sinaloa es conocido por paisajes como el de Mazatlán, pero hay que recordar que su territorio también comprende una parte de la Sierra Madre Occidental, ahí es donde se encuentran pequeños pueblos con mucho encanto como Cosalá, en el que pareciera que el tiempo se detuvo en su arquitectura y la traza de sus calles.
Cosalá se encuentra en la región serrana al este del estado de Sinaloa, muy cerca a los límites con Durango. En automóvil se encuentra a 2 horas con 20 minutos del puerto de Mazatlán y a 2 horas y media de Culiacán, capital de Sinaloa.
El clima en Cosalá, Sinaloa, es caluroso y seco durante primavera con lluvias durante el verano debido a su ubicación geográfica. La temperatura promedio es de 24ºC lo cual permite tener días al aire libre muy agradables y noches frescas en las que es importante abrigarse.
Los primeros pobladores de la región le dieron el nombre de ‘quetzalla’ o ‘cozatl’ que, en español, significa “lugar de bellos alrededores” y tiene todo el sentido al darse cuenta de que Cosalá es un Pueblo Mágico que está rodeado de árboles de cedro, encino, cardón, amapa, pino e higuera, entre otros. En otoño, transforma sus colores de intensos verdes a rojos que se difuminan en anaranjado y amarillo.
Durante la época de la Independencia, Cosalá se consideraba como una de las ciudades más prósperas del noroeste por la explotación de sus más 50 minas. Para el siglo XX esta actividad dejó de ser el sustento de las familias locales.
Actualmente es una localidad de calles empedradas y altas banquetas que conserva en muy buen estado las casas de adobe y gruesos muros construidos hace cientos de años, mismos que siguen siendo el hogar de muchas de las familias que han echado raíces en Cosalá.
En 1531, los españoles encontraron las minas de plata que influyeron en que este pueblo mágico tomara relevancia en la región. Esta actividad le dio mucho sentido a lo que Cosalá es actualmente, sentando las bases de sus costumbres y su cultura.
Debe estar conectado para enviar un comentario.