En un movimiento legislativo considerado un avance significativo en la protección de los derechos de la infancia, el Congreso local de la Ciudad de México ha aprobado una reforma crucial a la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. Esta modificación garantiza acceso prioritario a programas sociales gubernamentales para aquellos infantes que han quedado en orfandad debido al feminicidio de sus madres.
La reforma, que adiciona tres párrafos al artículo 2 de la mencionada ley, establece un marco para la coordinación efectiva entre distintas autoridades e instituciones, incluyendo la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), y las instancias encargadas de administrar los programas sociales pertinentes. Esta coordinación tiene como fin asegurar la existencia de registros y la elaboración de informes que serán remitidos al Congreso local para su seguimiento.
Durante la sesión, la congresista Polimnia Romana Sierra Bárcena, presidenta de la Comisión de Atención al Desarrollo de la Niñez, destacó que esta reforma es un paso adelante para que el Estado pueda garantizar no solo la educación, sino también el óptimo desarrollo de los menores afectados por circunstancias tan adversas como el feminicidio de sus progenitoras. Este grupo vulnerable se ve particularmente desfavorecido en casos donde el padre es el victimario y se encuentra recluido o cuando no existen familiares disponibles para ofrecer el apoyo necesario.
Además, se mencionó que las instituciones encargadas recibirán instrucciones para establecer políticas públicas y programas gubernamentales de carácter permanente, buscando asegurar el acceso rápido y efectivo a los beneficios sociales para los menores afectados.
El legislador Alberto Martínez Urincho, al fundamentar su voto a favor, subrayó la importancia de esta medida legislativa al revelar que, actualmente, solo 238 huérfanos por feminicidio reciben atención del Estado en México. Esto contrasta marcadamente con las cifras que indican que, en la última década, cerca de tres mil niños han quedado en esta lamentable situación.