CDMX a 23 de agosto, 2024.- En un movimiento que busca proteger a los inquilinos de la Ciudad de México, el Congreso capitalino aprobó con 50 votos a favor una reforma que pone un límite al incremento de las rentas de vivienda. La iniciativa, enviada por el jefe de Gobierno, Martí Batres, establece que las rentas no podrán aumentar por encima de la inflación reportada por el Banco de México, marcando un cambio significativo en la regulación del mercado inmobiliario de la capital.
La reforma modifica el artículo 2448 del Código Civil de la Ciudad de México, estableciendo que el incremento de la renta anual nunca será mayor a la inflación reportada en el año anterior. Esta medida, que entrará en vigor 30 días después de su publicación en la Gaceta Oficial, busca proteger a los arrendatarios de aumentos desproporcionados que han sido impulsados por la especulación y la gentrificación, fenómenos que han afectado a muchos residentes de la ciudad.
Además, se implementará un registro digital obligatorio para todos los contratos de arrendamiento. Este registro, a cargo del gobierno de la Ciudad de México, deberá realizarse dentro de los 30 días posteriores a la firma del contrato. Aunque este registro no será público, se regirá por las leyes de protección de datos personales, garantizando la privacidad de los arrendadores y arrendatarios.
La aprobación de esta reforma llega en un momento crítico, donde el acceso a la vivienda se ha vuelto cada vez más difícil para muchos habitantes de la Ciudad de México. El aumento en los precios del sector inmobiliario, impulsado en parte por la llegada de extranjeros y el auge de plataformas de alquiler digital, ha dejado a muchas personas en una situación de vulnerabilidad, sin acceso a viviendas asequibles.
Los legisladores capitalinos han argumentado que esta medida no solo beneficiará a quienes actualmente rentan una vivienda, sino que también incentivará la creación de más opciones de alquiler a precios accesibles. La participación activa del gobierno de la Ciudad de México en la regulación del mercado de rentas es vista como un paso importante para asegurar que todos los ciudadanos tengan acceso a una vivienda digna y asequible.
Sin embargo, esta reforma también plantea desafíos para los arrendadores, quienes ahora deberán ajustarse a las nuevas regulaciones y enfrentar posibles restricciones en la rentabilidad de sus propiedades. La implementación del registro digital y el tope a las rentas podrían cambiar la dinámica del mercado de alquiler en la ciudad, equilibrando la relación entre arrendadores e inquilinos.
Uno de los objetivos clave de esta reforma es combatir la gentrificación, un fenómeno que ha transformado varios barrios de la Ciudad de México, desplazando a los residentes de larga data debido a la llegada de nuevos habitantes, en su mayoría extranjeros, y al incremento en los precios de alquiler. Al limitar los aumentos de renta, la reforma busca evitar que estos procesos de transformación urbana continúen excluyendo a las comunidades tradicionales.
La reforma también intenta frenar la especulación inmobiliaria, que ha sido un factor determinante en el aumento de los precios de la vivienda en la ciudad. Con estas nuevas regulaciones, se espera que el mercado de alquiler se estabilice y que las rentas reflejen mejor las condiciones económicas reales de los ciudadanos.