CDMX a 10 de abril, 2024.- En un movimiento que ha atraído la atención internacional, la Organización de los Estados Americanos (OEA) ha emitido una condena firme contra la irrupción de la policía ecuatoriana en la embajada de México en Quito. Esta acción, catalogada como una violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, ha despertado preocupaciones sobre el respeto a la integridad y la soberanía de las misiones diplomáticas en todo el mundo.
La resolución, impulsada por Colombia ante el Consejo Permanente de la OEA, contó con un amplio apoyo, logrando la aprobación de la gran mayoría de los países miembros, a excepción del voto contrario de Ecuador y la abstención de El Salvador. México, por su parte, no asistió a la sesión, marcando un silencio significativo en medio de la creciente tensión diplomática.
El documento aprobado por la OEA no solo condena la incursión y los actos de violencia contra el personal de la embajada mexicana, sino que también subraya la obligación de todos los Estados de asegurar el respeto por los privilegios e inmunidades de las misiones diplomáticas, conforme lo establecido por la Convención de Viena.
Los eventos que desencadenaron esta situación diplomática tuvieron lugar el pasado viernes, cuando, siguiendo órdenes del presidente ecuatoriano Daniel Noboa, la policía irrumpió en la sede diplomática mexicana para detener a Jorge Glas, ex vicepresidente de Ecuador y solicitante de asilo político en México, bajo cargos de corrupción. Este acto provocó una respuesta inmediata de México, liderada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien optó por romper relaciones diplomáticas con Ecuador, argumentando una flagrante violación a los tratados internacionales de asilo.
La situación se ha intensificado con la publicación de imágenes que muestran a los policías sometiendo al encargado de la misión diplomática mexicana, Roberto Canseco, mientras ejecutaban la detención de Glas, lo que ha generado un escándalo y una condena generalizada.
La resolución de la OEA no solo aboga por el respeto a la Convención de Asilo Diplomático de 1954, sino que también recalca la importancia de que los Estados respeten la integridad de las disposiciones internacionales y eviten inmiscuirse en los asuntos internos del Estado receptor. Además, insta a ambos países a iniciar un diálogo constructivo para resolver este conflicto de manera amigable y eficaz.
Esta crisis diplomática entre Ecuador y México, y la posterior intervención de la OEA, resalta la delicadeza y la importancia de las relaciones internacionales, así como la necesidad imperativa de adherirse a los tratados y convenciones que rigen el comportamiento entre naciones. La comunidad internacional ahora observa, esperando que el diálogo prevalezca y se restablezca la armonía diplomática entre ambos países.