CDMX a 19 de agosto, 2024.- El Zócalo de la Ciudad de México se convirtió, durante el último mes, en un punto de encuentro para celebrar la riqueza cultural de la civilización maya y de las culturas indígenas, atrayendo a más de 1.6 millones de visitantes. La exhibición de la réplica de la Pirámide de Kukulcán, una estructura de 15 metros que homenajea al famoso «El Castillo» de Chichén Itzá, Yucatán, fue el centro de atención en un espectáculo de luces, música y danza, parte de la presentación “El pueblo maya y Felipe Carrillo Puerto. Memoria luminosa II”.
Inaugurada el 12 de julio, la pirámide formó parte del espectáculo audiovisual que incluyó una impresionante presentación dancística a cargo de La Infinita Compañía, atrayendo a 980 mil asistentes hasta su conclusión el 21 de julio. Debido al éxito de la exhibición, se decidió extender su permanencia en la plancha del Zócalo hasta el 18 de agosto, permitiendo que más personas disfrutaran de esta experiencia visual y cultural única.
Paralelamente, del 3 al 18 de agosto, se celebró la X Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México 2024, bajo el lema “La tierra es la madre de todos los pueblos”. Este evento reunió a mil 500 expositores y 76 elencos, que ofrecieron a los visitantes una amplia gama de experiencias culturales, desde la degustación de gastronomía tradicional con base en mole, cacao y maíz, hasta la compra de artesanías hechas de materiales como textiles, madera, plata, y piedras preciosas.
La fiesta también incluyó presentaciones de música en lenguas indígenas, danzas típicas, y espacios para el aprendizaje y la preservación del conocimiento ancestral, como el Círculo de Saberes, donde se llevaron a cabo talleres, conversatorios y conferencias. Este año, los invitados de honor fueron el pueblo indígena yaqui, el pueblo originario de Santa Isabel Tola de la Alcaldía Gustavo A. Madero, y el país de Brasil.
El encargado de despacho de la Secretaría de Cultura, Argel Gómez Concheiro, clausuró el evento agradeciendo a todos los participantes y resaltando la importancia de mantener vivas las tradiciones y expresiones culturales de los pueblos originarios. “Deseamos larga vida a la Fiesta de las Culturas Indígenas, larga vida a los pueblos originarios de nuestra ciudad y larguísima vida y el florecimiento de nuestras culturas originarias”, expresó.
Uno de los momentos destacados de la clausura fue la intervención del artesano Ichtli Maori, del barrio de Aragón, Gustavo A. Madero, quien subrayó la relevancia de preservar el trabajo artesanal, especialmente en la elaboración de instrumentos musicales de viento prehispánicos. Estos instrumentos no solo mantienen viva la riqueza musical de los antiguos pobladores, sino que también se utilizan hoy en día en terapias auditivas.
La Fiesta de las Culturas Indígenas y la exhibición de la réplica de la Pirámide de Kukulcán no solo celebraron la herencia cultural, sino que también reafirmaron el compromiso de la Ciudad de México con la preservación y promoción de las culturas originarias.