En un esfuerzo por derribar mitos y fomentar la prevención, el Día Mundial del Cáncer de Próstata se celebra cada 11 de junio, recordándonos la importancia vital de la concienciación y detección temprana en la lucha contra esta enfermedad.
Con más de 26 mil casos y 7 mil 358 fallecimientos anuales, según las cifras del Globocan, el cáncer de próstata se ha convertido en la principal causa de muerte entre hombres en México afectados por neoplasias malignas. Una realidad alarmante que, según expertos, podría ser mitigada con una detección oportuna y un cambio cultural en la percepción de la salud masculina.
«Uno de los principales obstáculos es el machismo arraigado en muchas culturas, incluida la mexicana», señala Mariana Martínez Guillén, psicooncóloga. «Los hombres sienten que deben ser fuertes y no mostrar vulnerabilidad. Hablar sobre problemas de salud, especialmente relacionados con la próstata, se percibe como una debilidad».
Este estigma, junto con el temor a los resultados y la incomodidad asociada con los exámenes médicos, como el tacto rectal digital, ha llevado a que siete de cada diez hombres se atiendan en etapas avanzadas de la enfermedad, complicando su tratamiento y disminuyendo las posibilidades de supervivencia.
En este contexto, los especialistas enfatizan la importancia de la prevención y la detección temprana. Si bien se recomienda a los hombres a partir de los 45 años de edad someterse a exámenes como el tacto rectal y análisis de sangre del antígeno prostático si tienen factores de riesgo como antecedentes familiares de cáncer de próstata u obesidad, la edad recomendada para hombres con riesgo normal es a partir de los 50 años.
«Es crucial comprender que al inicio, esta enfermedad puede no presentar síntomas», explica el Dr. Juan Ramírez, urólogo. «Pero conforme avanza, puede manifestarse con dificultad o sangrado al orinar, así como disfunción eréctil, entre otras molestias».
En última instancia, el Día Mundial del Cáncer de Próstata no solo nos recuerda la importancia de la prevención, sino que también nos insta a desafiar las barreras culturales y personales que impiden a muchos hombres buscar la atención médica que necesitan.