Por Juan Pablo Ojeda
Una investigación innovadora realizada en el Instituto Weizmann de Ciencias ha arrojado nueva luz sobre por qué las personas con diabetes tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar enfermedades pulmonares graves tras infecciones virales, como el COVID-19. Publicado en la revista Nature, el estudio ofrece una explicación detallada sobre cómo los altos niveles de azúcar en sangre afectan la función de las células pulmonares inmunitarias, y presenta posibles estrategias para mitigar este riesgo.
La diabetes ha sido reconocida durante mucho tiempo como un factor de riesgo para enfermedades pulmonares graves. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 subrayó la gravedad del problema, ya que alrededor del 35% de las personas que murieron por el virus tenían diabetes. A pesar de la urgencia, las razones detrás de esta susceptibilidad permanecían en gran medida desconocidas.
El equipo dirigido por el Prof. Eran Elinav, con la colaboración de los Dres. Samuel Nobs, Aleksandra Kolodziejczyk y Suhaib K. Abdeen, llevó a cabo experimentos en modelos de ratones diabéticos para investigar esta problemática. Al exponer a estos ratones a infecciones pulmonares, los investigadores observaron que las células inmunitarias clave en los pulmones de los ratones diabéticos, específicamente las células dendríticas, estaban gravemente afectadas. Estas células, fundamentales para una respuesta inmunitaria efectiva, no pudieron controlar las infecciones, lo que llevó a un daño pulmonar severo y, en algunos casos, a la muerte.
Los investigadores realizaron un análisis exhaustivo de la expresión génica en más de 150,000 células pulmonares individuales de ratones diabéticos y no diabéticos. Encontraron que los altos niveles de azúcar en sangre alteraban el metabolismo de las células dendríticas pulmonares, generando subproductos metabólicos que interferían con la expresión genética y la producción de proteínas inmunitarias esenciales. Esto explicaría la disfunción de las células dendríticas y la incapacidad del sistema inmunitario para defenderse eficazmente contra las infecciones.
Para contrarrestar estos efectos negativos, el equipo exploró dos enfoques: el control estricto de los niveles de azúcar en sangre mediante insulina y el uso de pequeñas moléculas que revertían el deterioro de la regulación genética inducido por el azúcar. Ambos métodos demostraron ser efectivos en restaurar la función normal de las células dendríticas, mejorando así la capacidad del sistema inmunitario para prevenir infecciones graves.
El Prof. Eran Elinav destaca que estos hallazgos proporcionan una explicación crucial sobre por qué las personas con diabetes son más vulnerables a las infecciones respiratorias. «Controlar los niveles de azúcar puede reducir significativamente el riesgo asociado a la diabetes. Para aquellos pacientes cuyos niveles de azúcar no se normalizan fácilmente, los medicamentos de moléculas pequeñas podrían ofrecer una solución efectiva para corregir las alteraciones genéticas y prevenir enfermedades pulmonares graves», afirma Elinav.
Este estudio abre nuevas vías para la investigación clínica, especialmente en el desarrollo de tratamientos que puedan ser administrados localmente por inhalación, minimizando efectos secundarios y mejorando la eficacia del tratamiento.
Con más de 500 millones de personas afectadas por la diabetes a nivel mundial, este descubrimiento tiene implicaciones significativas para la salud pública, ofreciendo esperanza para mejorar la calidad de vida y reducir las complicaciones graves asociadas con esta enfermedad crónica.