Antes del período faraónico, Egipto era una tierra habitada por pueblos nómadas que se dedicaban principalmente a la caza, la pesca y la recolección. La arqueología nos ha proporcionado evidencia de la existencia de asentamientos humanos en Egipto desde hace unos 40,000 años.
Sin embargo, el período pre-faraónico más conocido es el llamado «Período Predinástico», que se extiende desde el Neolítico hasta la unificación del país bajo un solo gobierno. Durante este período, las comunidades agrícolas comenzaron a establecerse en el Valle del Nilo, lo que llevó a la creación de pequeñas aldeas y ciudades.
Se cree que durante el período predinástico, Egipto estaba dividido en dos regiones principales: el Alto Egipto y el Bajo Egipto. El Alto Egipto se encontraba en el sur, cerca de la fuente del Nilo, mientras que el Bajo Egipto estaba en el norte, donde el Nilo se divide en varios brazos.
Los primeros faraones de Egipto surgieron durante el período protodinástico, que se considera una transición entre el período predinástico y el período dinástico temprano. Fue durante este período que se construyeron las primeras tumbas y monumentos de piedra, y se establecieron las primeras ciudades estatales.
En conclusión, Egipto antes de los faraones era una tierra habitada por pueblos nómadas que se dedicaban principalmente a la caza, la pesca y la recolección, mientras que durante el período predinástico se produjo el surgimiento de las comunidades agrícolas y el establecimiento de pequeñas aldeas y ciudades.