CDMX a 22 de agosto, 2024.- En una sesión que ha generado un intenso debate, la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó en lo general la iniciativa de reforma que busca integrar la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Esta reforma, promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha sido vista por la oposición como un paso hacia la militarización de la seguridad pública en México.
Con 22 votos a favor y 18 en contra, el dictamen fue aprobado en lo general, aunque aún queda pendiente la discusión de 22 reservas presentadas por diversos grupos parlamentarios. Entre las más relevantes, Movimiento Ciudadano presentó 8 reservas, el PRI 7, el PAN 6, y Morena 1. Estas reservas buscan modificar aspectos específicos del proyecto antes de su aprobación final.
Uno de los cambios más significativos propuestos en esta reforma es la eliminación de la denominación de la Guardia Nacional como una “institución policial de carácter civil”. En su lugar, se define a la Guardia Nacional como una “fuerza de seguridad pública, profesional, de carácter permanente e integrada por personal de origen militar con formación policial”. Esta modificación implica que la Guardia Nacional dejará de estar adscrita a la Secretaría de Seguridad para pasar a formar parte de las Fuerzas Armadas bajo el control de la Sedena.
La propuesta ha generado un fuerte rechazo por parte de la oposición, que acusa al gobierno de avanzar hacia la militarización del país. El diputado Jorge Triana del PAN fue uno de los más críticos, señalando que «el presidente López Obrador pasará a la historia como el presidente más militarista de este país». Triana argumentó que con esta reforma, el gobierno está cediendo ante las Fuerzas Armadas, permitiéndoles asumir tareas que deberían estar en manos de autoridades civiles.
La oposición también ha expresado su preocupación por el hecho de que los miembros de la Guardia Nacional, bajo esta nueva adscripción, solo podrán ser juzgados por tribunales militares y se les otorgará un papel activo en labores de investigación. Esto, sostienen, podría socavar la confianza en la impartición de justicia y en la aplicación de la ley en México.
La integración de la Guardia Nacional a la Sedena es vista por el gobierno como una medida necesaria para fortalecer la seguridad pública en un país donde el crimen organizado sigue siendo un problema grave. Sin embargo, la preocupación por la militarización ha dominado el debate, especialmente en un contexto donde las Fuerzas Armadas ya desempeñan un papel destacado en múltiples tareas que anteriormente correspondían a fuerzas civiles.
La discusión de las reservas y la posible aprobación final de la reforma continuará en las próximas sesiones, con la expectativa de que el tema siga polarizando a la opinión pública y a los actores políticos.