La gigante minorista Walmart de México y Centroamérica (Walmex) se encuentra en el ojo del huracán tras recibir una multa de 93.4 millones de pesos (aproximadamente 4.6 millones de dólares) por parte de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece). Esta sanción, anunciada el 13 de diciembre de 2024, es el resultado de una investigación de cuatro años que determinó que la empresa incurrió en prácticas monopólicas relativas en su relación con proveedores.
Walmex, que reportó ingresos de casi 46 mil millones de pesos el año pasado y emplea a unos 200 mil trabajadores en México, ha respondido con firmeza a la decisión de Cofece. La empresa asegura que el análisis del regulador es «incorrecto» y que se cometieron «errores en la aplicación de la ley». Como consecuencia, Walmart ha anunciado que impugnará la decisión, argumentando falta de transparencia en el proceso de investigación.
Sorprendentemente, a pesar de la multa, las acciones de Walmex experimentaron un aumento del 5.4% en la Bolsa Mexicana de Valores el día del anuncio. Este incremento podría atribuirse al hecho de que la sanción representa solo el 0.01% de los ingresos de la compañía en 2023, una cifra mucho menor a lo que se temía inicialmente.
Esta multa llega en un momento crucial para la regulación económica en México. El Congreso mexicano aprobó recientemente una reforma que desmantelará varios organismos autónomos, incluyendo la propia Cofece. Esta decisión ha generado preocupación entre expertos y la oposición, quienes advierten sobre los riesgos para la competencia económica y la transparencia en el país.
El caso de Walmart México pone de manifiesto la compleja relación entre las grandes corporaciones y los reguladores económicos. Mientras la empresa se prepara para impugnar la decisión, queda por ver cómo afectará este caso a las prácticas comerciales en el sector minorista mexicano y qué papel jugará la nueva agencia que sustituirá a Cofece en el futuro cercano.