Códigos QR: La nueva estrategia de los ciberdelincuentes para estafar a los usuarios
Por Juan Pablo Ojeda
Los códigos QR, esos pequeños cuadrados pixelados que encontramos en restaurantes, estacionamientos y comercios, han dejado de ser simplemente herramientas de conveniencia y se han convertido en un vehículo para el ciberdelito. Con el aumento de su uso, los delincuentes han encontrado maneras de aprovechar el desconocimiento de los usuarios, robando grandes sumas de dinero en cuestión de segundos.
Un reciente caso en España ilustra este peligro. En un estacionamiento, una mujer escaneó un código QR aparentemente legítimo para pagar su tarifa y terminó perdiendo más de 1.000 euros. Este tipo de robo cibernético, conocido como la “estafa de los parkings”, se basa en engañar a las víctimas para que proporcionen su información bancaria a través de sitios web fraudulentos.
Cómo Operan los Ciberdelincuentes
Los delincuentes utilizan códigos QR falsos que ocultan los originales, redirigiendo a las víctimas a páginas que simulan ser legítimas, como la de la compañía Payzone Parking. En el caso mencionado, la víctima ingresó sus datos bancarios sin sospechar que estaba cayendo en una trampa bien elaborada.
Este fenómeno no es exclusivo de España; ha ganado notoriedad en diversos países. A menudo, los ciberdelincuentes implementan técnicas similares a las del phishing, redirigiendo a los usuarios a sitios maliciosos mediante códigos QR engañosos, en un proceso que se ha denominado “quishing”.
Información que Pueden Robar
Al escanear un código QR fraudulento, los usuarios pueden ser redirigidos a páginas diseñadas para obtener información personal y financiera. Esto puede incluir datos bancarios, contraseñas y otros detalles confidenciales. Una vez que los delincuentes obtienen esta información, pueden realizar pagos no autorizados, cometer fraudes de identidad o incluso vender los datos en la dark web.
Dónde Encontrar Códigos QR Fraudulentos
Los códigos QR engañosos pueden aparecer en una variedad de lugares, incluidos carteles publicitarios, correos electrónicos, mensajes de texto y publicaciones en redes sociales. Los ciberdelincuentes buscan cualquier oportunidad para que un usuario desprevenido escanee un código sin verificar su autenticidad. Esto incluye menús en restaurantes, estaciones de pago de aparcamientos e incluso promociones de empresas reconocidas.
En el caso de la estafa en los parkings, los delincuentes colocaron códigos falsos sobre los originales, llevando a las víctimas a pasarelas de pago fraudulentas.
Cómo Protegerse de Estas Estafas
Para evitar caer en estas estafas, es esencial verificar que el código QR provenga de una fuente confiable. No se debe escanear códigos que parezcan colocados de manera improvisada o sospechosa. Existen aplicaciones que permiten comprobar si el código redirige a una página segura antes de abrir el enlace en un navegador.
Además, si recibes un código QR en un correo o mensaje inesperado, lo mejor es no escanearlo. Los estafadores utilizan estos métodos para atraer a sus víctimas, por lo que la precaución es clave.
Conclusión
Los códigos QR ofrecen comodidad, pero también presentan riesgos significativos si no se utilizan de manera cautelosa. La educación sobre cómo funcionan y cómo identificar posibles fraudes es vital para protegerse contra los ciberdelincuentes en este nuevo panorama digital.