En el vasto universo de la ciencia ficción, pocas películas han representado un desafío tan grande como «Cloud Atlas». Con un presupuesto de 100 millones de dólares, esta ambiciosa producción dirigida por las hermanas Wachowski se basa en la novela homónima de David Mitchell, publicada en 2004. La película, que entrelaza seis historias a lo largo de diferentes épocas, desde el siglo XIX hasta un futuro post-apocalíptico, se consideraba casi imposible de filmar debido a su complejidad narrativa y visual.
«Cloud Atlas» se distingue por su estructura narrativa única, que conecta diversas historias a través del tiempo y el espacio, desafiando las convenciones cinematográficas tradicionales. Con un elenco estelar que incluye a Tom Hanks, Halle Berry, Jim Broadbent y Hugo Weaving, la película se embarcó en un viaje cinematográfico sin precedentes, explorando temas de conexión humana, reencarnación y la lucha eterna contra la opresión.
A pesar de su ambición, «Cloud Atlas» enfrentó desafíos significativos tanto en su producción como en su recepción. Con una recaudación de 130 millones de dólares, apenas superó su presupuesto inicial, lo que la convirtió en un fracaso comercial para Warner Bros.
Sin embargo, la película ha encontrado una audiencia de culto que aprecia su audacia y complejidad.
La película ha recibido críticas mixtas, con una calificación de 7.4 en IMDb y un 66% en el «Tomatómetro» de Rotten Tomatoes, reflejando la división de opiniones entre los espectadores y críticos.
Algunos la han elogiado por su visión y alcance, mientras que otros la han criticado por su estructura enredada y falta de cohesión.
«Cloud Atlas» representa un punto de inflexión en el género de la ciencia ficción, demostrando que es posible llevar a la pantalla grandes obras literarias consideradas inadaptables. Aunque no haya logrado el éxito comercial esperado, su legado como una obra de arte audaz y experimental perdura, inspirando a cineastas y escritores a explorar nuevas fronteras narrativas.