Claudio X. González, principal promotor del bloque opositor que respaldó a Xóchitl Gálvez como candidata a la Presidencia de México, ha reconocido públicamente las dificultades enfrentadas durante la campaña electoral. En un reciente encuentro con simpatizantes del Partido Acción Nacional (PAN), González admitió que, aunque siempre supieron que ganar la elección presidencial sería «muy complicado», esperaban al menos mejorar la representación en el Congreso de la Unión y en los estados, objetivo que finalmente no se cumplió.
A lo largo de la campaña, el empresario mexicano promovió a Gálvez, afirmando en varias ocasiones que la exalcaldesa de Miguel Hidalgo se encontraba muy cerca de su contrincante, Claudia Sheinbaum, de la coalición Sigamos Haciendo Historia. Sin embargo, en un evento con simpatizantes y miembros de la organización Sociedad Civil México en Atizapán de Zaragoza, Estado de México, González admitió que desde el principio sabían que las posibilidades eran reducidas.
González Guajardo expresó que Gálvez no era la candidata natural de la coalición, pero destacó que sí fue la persona correcta para contender en las elecciones presidenciales. «Hubiera sido otra mujer, otro hombre y creo que Xóchitl fue la candidata correcta. Una mujer de una honorabilidad y de una entereza y de una resiliencia que difícilmente podemos nosotros imaginar», afirmó.
Uno de los factores fundamentales para su derrota, según González, fue la «propaganda» negativa de la que fue víctima. La campaña del presidente hacia Gálvez afectó severamente su imagen. «En lugar de que nuestra candidata le entregara frescura a la coalición, la coalición le entregó el discurso maniqueo, falaz, mentiroso del presidente a nuestra candidata. Y entonces millones y millones de mexicanos ya no la voltearon a ver, porque de alguna manera tenía una especie de pecado original», expresó.
Llamado a la Resistencia y la Unidad
El empresario también subrayó que, aunque la batalla por la presidencia fue difícil, tenía expectativas de obtener más posiciones en el Congreso y en los estados, objetivo que tampoco se logró. En su intervención, hizo un llamado a no olvidar al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y al Partido Acción Nacional (PAN) «por el bien del país». «Imagínense ustedes que nosotros ya nos olvidamos de ellos, ya no hablamos con los senadores panistas, con los senadores priistas o con los senadores de Movimiento Ciudadano (MC). ¿Entonces quién nos va a defender en las Cámaras?», indicó.
González instó a resistir el Plan C promovido por el presidente Andrés Manuel López Obrador. «Tenemos que estar encima de las y los diputados y de las y los senadores para que no se raje nadie. Nadie es nadie», destacó. Añadió que, aunque el PAN tiene problemas estructurales importantes, abandonarlo no es una opción viable, ya que «está de por medio nuestro país».
Críticas a la Administración de López Obrador
En una reciente publicación en sus redes sociales, Claudio X. González lanzó duras críticas contra la administración de Andrés Manuel López Obrador. A pesar del contundente triunfo electoral de Morena, González subrayó los problemas persistentes en el país, destacando la violencia, la falta de salud y educación, el endeudamiento y la creciente influencia de la delincuencia organizada.
«La contundencia del triunfo morenista no borra ni la ineptitud, ni la corrupción, ni la falta de resultados de la administración de López Obrador. Esta nos deja un país violento, ensangrentado, sin salud, sin educación, endeudado y con una presencia inusitada y ominosa de la delincuencia organizada», expresó González.
El empresario mostró su sorpresa ante el considerable apoyo recibido por el gobierno actual, cuestionando cómo tantos mexicanos pudieron respaldar una administración que, en su opinión, ha sido desastrosa. «Resulta difícil creer que tant@s mexican@s votaran por ponerle un ‘segundo piso’ a una administración tan desastrosa en tanto y para tantos», afirmó.
Finalmente, enfatizó la necesidad de que la oposición realice una autocrítica profunda y aprenda de esta derrota, identificando como tareas fundamentales la resistencia democrática y la construcción de una alternativa viable para el futuro. Resaltó que los vencedores tienen ahora la responsabilidad de ganar autonomía frente al líder actual, modificar el rumbo y evitar un choque con la dura realidad que enfrenta el país.