El próximo 1 de octubre, México vivirá un momento histórico sin precedentes: Claudia Sheinbaum Pardo se convertirá en la primera mujer en asumir la presidencia del país. El diputado federal Ricardo Mejía Berdeja, del Partido del Trabajo (PT), destacó la importancia de este evento, señalando que “la historia le tiene reservado un lugar especial a Claudia Sheinbaum para darle un nuevo y definitivo impulso a la transformación de nuestra patria”.

Mejía Berdeja, quien anteriormente ocupó el cargo de subsecretario de Seguridad Pública, enfatizó que este acto simbólico se llevará a cabo ante los representantes del Congreso de la Unión. Según él, el país está viviendo tiempos estelares, marcados por una alternativa real al neoliberalismo, que representa el proyecto de nación humanista impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

En su discurso, el legislador por Coahuila recordó que durante los últimos seis años, este proyecto ha mostrado resultados sin precedentes, logrando una diferencia significativa frente al sistema de corrupción que predominó durante 35 años en México. “La honestidad, la fraternidad con los más pobres y la revaloración de lo público han sido mejores fundamentos que el egoísmo y el individualismo”, afirmó.

Ricardo Mejía subrayó que, hace seis años, se hizo realidad un sueño que parecía imposible: la llegada de un gobierno “del pueblo y para el pueblo”. Ahora, el país está ante otra gesta histórica, donde el liderazgo de Claudia Sheinbaum representa la convergencia de fuerzas progresistas y la lucha histórica de las mujeres por la igualdad.

Reconoció en Sheinbaum a una mujer que encarna las luchas de generaciones de mexicanas contra la violencia, la discriminación y la desigualdad. “Ella representa la esperanza de mujeres, jóvenes y niñas, destacando su sabiduría e intuición para liderar una liberación sin límites”, expresó Mejía Berdeja.

El diputado concluyó afirmando que la llegada de Sheinbaum a la presidencia simboliza un momento clave en el que las mujeres saben que su voz es escuchada y que caminarán junto a ella hacia un futuro creativo y transformador. Este evento no solo marca un cambio en la política mexicana, sino que también en la historia social del país, con la promesa de abrir nuevas posibilidades para las próximas generaciones.