Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, respondió con firmeza a las críticas que se han dirigido contra su gobierno, así como contra el expresidente Andrés Manuel López Obrador, durante un foro organizado por la Fundación Neos. En el evento, en el que estuvieron presentes el expresidente Felipe Calderón y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se abordaron temas delicados sobre la política interna de México, incluyendo la polémica sobre la guerra contra el narcotráfico y las relaciones históricas con España.
Díaz Ayuso y Calderón coincidieron en que no se puede quedar “anclados en la sombra de los resentimientos” sobre el pasado histórico de España y México, especialmente en lo que respecta a la petición de López Obrador de que el rey de España ofrezca una disculpa pública por los abusos cometidos durante la conquista y el período colonial. Sin embargo, fue Díaz Ayuso quien fue más crítica, cuestionando la postura de los morenistas sobre este tema.
En su intervención, la presidenta Sheinbaum no dudó en responder a los señalamientos. Reprochó a Calderón por no haber pedido disculpas al pueblo mexicano por la fallida estrategia de la guerra contra el narcotráfico, que, según ella, fue la raíz de la actual crisis de violencia que enfrenta el país. En tono firme, Sheinbaum expresó: “¿Ustedes creen que Calderón algún día pida perdón por la guerra contra el narco o por García Luna? Él debería pensar en pedir perdón por las atrocidades de la guerra contra el narco. A lo mejor eso resuelve muchos problemas, incluso de él mismo.”
La presidenta también mencionó que el próximo año se conmemorarán los 700 años de la fundación de Tenochtitlán, por lo que insistió en la importancia de la reconciliación y el perdón, tanto para los pueblos como para los gobiernos. “El perdón engrandece a los pueblos y a los gobiernos y fortalece las relaciones”, subrayó Sheinbaum, defendiendo su postura sobre la importancia de la memoria histórica y el diálogo.
Por su parte, Isabel Díaz Ayuso, en un tono más diplomático, reiteró que México y España están más unidos que nunca y rechazó las manipulaciones y polémicas sobre el pasado histórico que, según ella, están siendo utilizadas para generar enfrentamientos artificiales entre ambos países. “Los gobiernos que odian lo español, desde dentro y fuera, promueven fervientemente estas divisiones”, advirtió la mandataria española, haciendo un llamado a fortalecer las relaciones entre las dos naciones en lugar de alimentar tensiones.
Díaz Ayuso fue también crítica con los gobiernos que, según ella, han caído en prácticas autoritarias, y comparó esta situación con el riesgo de convertir a los países en «narcoestados». Aunque sus comentarios no fueron directamente dirigidos a México, sus palabras parecieron hacer alusión a las tensiones actuales y al manejo del narcotráfico en el país.
La conversación, que surgió en un foro internacional, dejó en evidencia las diferentes posturas sobre la memoria histórica, la seguridad y las relaciones exteriores de México. Mientras el gobierno mexicano insiste en la necesidad de recordar el pasado para sanar heridas históricas, sus críticos sostienen que lo importante es avanzar en soluciones prácticas para los problemas actuales, como la violencia generada por el narcotráfico.