Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha dejado en claro su postura en contra de los operativos militares de Estados Unidos en territorio mexicano, tras los rumores de que el próximo Gobierno de Donald Trump estaría planeando una «invasión suave» como parte de su estrategia para combatir a los cárteles de drogas. La mandataria mexicana aseguró que no acepta ningún tipo de intervención militar en México, resaltando la importancia de respetar la soberanía nacional.
Durante una rueda de prensa, Sheinbaum explicó que su posición fue comunicada de manera firme durante su reciente llamada telefónica con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. En esa conversación, se abordaron temas de seguridad, pero con un enfoque en el respeto mutuo a las soberanías de ambos países. Sheinbaum indicó que Trump mostró disposición para colaborar en cuestiones de seguridad, aunque con una clara distinción de lo que representa una intervención directa.
«Primero no… No estamos de acuerdo en una invasión, en una presencia de este tipo», enfatizó la mandataria al referirse a los operativos militares en México. Sheinbaum destacó que, en la llamada, el presidente estadounidense se mostró interesado en saber cómo podría ayudar en la lucha contra el narcotráfico, un tema en el que México ha solicitado apoyo desde hace tiempo, especialmente en relación con el flujo de armas provenientes de Estados Unidos.
Además, la presidenta mexicana mencionó que planteó la importancia de seguir colaborando en términos de inteligencia y compartición de información, destacando la labor del Gabinete de Seguridad encabezado por el secretario Omar García Harfuch. «Le expliqué que tenemos un Gabinete de Seguridad muy competente, coordinado por Omar García Harfuch, incluso le hablé del atentado que recibió», detalló Sheinbaum, refiriéndose a la seguridad interna de México y a la importancia de mantener la soberanía en los acuerdos de colaboración.
El Plan de «Invasión Suave» según Rolling Stone
La postura de Sheinbaum se da en el contexto de una reciente publicación de Rolling Stone, que reveló un supuesto plan preliminar del gobierno entrante de Donald Trump. Según el medio estadounidense, la administración de Trump estaría considerando lo que calificaron como una “invasión suave” a México, que incluiría operativos militares de fuerzas especiales estadounidenses para detener o asesinar a líderes de cárteles mexicanos.
El plan, que se encuentra en sus fases iniciales según la revista, contempla una serie de acciones encubiertas, como ataques con drones y aviones a laboratorios e infraestructuras de cárteles, el envío de asesores militares a México, así como operaciones encubiertas para capturar o eliminar a líderes del narcotráfico. La revista también mencionó la posibilidad de que se utilice la guerra cibernética para desestabilizar a los grupos criminales.
Colaboración sí, intervención no
La postura del gobierno mexicano es clara: la colaboración en temas de seguridad es bienvenida, siempre que se haga respetando las soberanías de ambos países. La presidenta Sheinbaum recalcó que el gobierno mexicano está dispuesto a seguir trabajando con Estados Unidos en materia de inteligencia, investigación y cooperación en la lucha contra el narcotráfico, pero sin que esto implique una intervención directa en el país.
México sigue buscando soluciones a los problemas de inseguridad y narcotráfico, y la seguridad interna es una prioridad para la administración de Sheinbaum. La respuesta a cualquier tipo de intervención militar, en cambio, será siempre negativa, pues el respeto a la soberanía nacional sigue siendo una línea roja para el gobierno mexicano.