Con leyendas del ring como Julio César Chávez y Óscar de la Hoya, la CDMX vive una jornada histórica que impulsa el deporte para alejar a los jóvenes de las adicciones
Bajo un sol intenso y con los guantes bien puestos, más de 42 mil personas transformaron el Zócalo de la Ciudad de México en un enorme gimnasio al aire libre. Desde niñas y niños en brazos, hasta personas mayores con bastones o en silla de ruedas, se sumaron a una clase masiva de box liderada por auténticas leyendas del deporte mexicano como Julio César Chávez, Óscar de la Hoya y Rubén «Púas» Olivares.
El evento fue encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum y la jefa de Gobierno capitalina, Clara Brugada, quienes también participaron activamente lanzando golpes al aire en señal de apoyo a esta iniciativa nacional. El mensaje fue claro: decir no a las drogas y sí al deporte.
Uno de los asistentes fue Israel Iván Palafox, quien encontró en el box una salida a su pasado. «Estuve hundido en las drogas. Cometí un error y terminé en el Reclusorio Oriente. Pero ahí descubrí el boxeo. Me ayudó a recuperar mi vida», relató. Hoy, fuera del reclusorio y con nuevos objetivos, Israel forma parte de esta marea de guantes y esperanza.
La clase masiva de boxeo fue parte de una campaña nacional del Gobierno federal que busca combatir el consumo de drogas entre jóvenes y ofrecerles nuevas alternativas a través del deporte. El evento se replicó de forma simultánea en estados como Puebla, Tlaxcala, Quintana Roo, Hidalgo y Zacatecas, mediante enlaces en vivo.
También participaron grandes nombres del boxeo como Marco Antonio Barrera, Jessica Nery Plata, Irma García, Carlos Zárate y Rey Vargas. Su presencia no solo motivó, también reafirmó que este deporte, más allá del contacto físico, representa disciplina, enfoque y superación personal.
Carlos Rodríguez, entrenador de boxeo en el PILARES de Iztapalapa, lo resume así: “El boxeo no es violencia. Es autocontrol, es canalizar tu energía en algo positivo. Te forma carácter, te enseña respeto, y sobre todo, te aleja de vicios”.
Desde la presidencia, Sheinbaum dejó un mensaje contundente: “Las y los jóvenes mexicanos dicen no a la violencia, no a las adicciones. Son el presente y el futuro del país”.
Con guantes, sudor y determinación, miles de personas demostraron que el boxeo no solo forma campeones en el ring, también en la vida. Y este evento en el corazón de la CDMX fue un verdadero round ganado en la lucha contra las adicciones.