Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, mostró su apoyo a Evo Morales, el expresidente de Bolivia, quien denunció haber sido víctima de un ataque armado el pasado 27 de octubre. Durante la conferencia de prensa matutina de este lunes, Sheinbaum condenó el ataque y llamó a la paz, subrayando la importancia de la política para evitar la violencia.
“Por supuesto que lo condenamos, nuestra solidaridad con Evo Morales y siempre un llamado a evitar la violencia. Que sea la paz y la definición política, la política está para eso, para evitar la violencia”, expresó desde Palacio Nacional.
¿Qué Sucedió con Evo Morales?
El ataque ocurrió en la madrugada del 27 de octubre, cuando Morales, quien se dirigía a su programa de radio, fue blanco de al menos 14 disparos por parte de un grupo de encapuchados. A pesar del riesgo, el exmandatario no resultó herido. En su denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), pidió la activación del Artículo 41 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, destacando el riesgo que enfrenta su vida.
Morales acusó al actual gobierno de Bolivia, encabezado por Luis Arce Catacora, de ser responsable del ataque. En una conferencia en Cochabamba, su bastión político, afirmó que el cambio reciente en el alto mando militar tenía como objetivo «eliminar a Evo Morales». Además, sugirió que el ataque fue un «operativo combinado» entre fuerzas militares y policiales, que fracasó gracias a la organización de los movimientos sociales.
El expresidente también criticó al gobierno actual por su ineficiencia y corrupción, afirmando que estos problemas han llevado a una crisis económica que afecta al pueblo boliviano.
Por su parte, el presidente Arce ordenó una investigación sobre el ataque y afirmó que “cualquier práctica violenta en la política debe ser condenada y esclarecida”. Resaltó que no se resolverán los problemas mediante la violencia ni con especulaciones tendenciosas.
Con esta situación, la atención internacional se centra no solo en la seguridad de Morales, sino también en la estabilidad política de Bolivia, en un contexto donde la violencia y la polarización parecen estar en aumento.