Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, descartó cualquier posibilidad de ruptura en la región tras la cancelación de la reunión de emergencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), convocada por la presidenta pro tempore del organismo, Xiomara Castro, presidenta de Honduras.
Durante su conferencia de prensa en Palacio Nacional, Sheinbaum aseguró que «no hay un rompimiento» y que la decisión de suspender la cumbre debería analizarse más a fondo para comprender las razones detrás de la cancelación. «Hay que ver cuál es la decisión, por qué se suspendió, se pospuso esta reunión de CELAC», indicó.
La cancelación de la cumbre fue confirmada por el gobierno de Honduras el martes, a través de un comunicado en el que se detalló que la reunión, programada para este jueves, no se llevaría a cabo. La cumbre tenía como objetivo abordar temas cruciales como la migración, el medio ambiente y la unidad regional, además de avanzar en el diálogo sobre estrategias colectivas frente a la crisis migratoria.
Sheinbaum precisó que el canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, se pondría en contacto con su homólogo hondureño para obtener detalles sobre las razones detrás de la suspensión de la reunión. Cabe destacar que la presidenta mexicana ya había anticipado previamente que no asistiría a la cumbre de CELAC, aunque enfatizó la importancia de mantener la unidad en América Latina.
La mandataria mexicana destacó la relación de México con Estados Unidos, pero subrayó que su país no cederá ante la idea de que el continente pueda convertirse en una potencia económica a costa de las soberanías nacionales. «Nuestro vínculo con América Latina existe, es y lo vamos a continuar teniendo», afirmó Sheinbaum, reafirmando el compromiso de México con la unidad regional.
La cumbre de CELAC fue convocada después de un desacuerdo entre Estados Unidos y Colombia, originado por la decisión del presidente colombiano, Gustavo Petro, de no permitir la entrada de dos aviones con deportados de EE.UU. a menos que estos recibieran un trato «digno». Esta situación derivó en una escalada de tensiones, con Estados Unidos imponiendo aranceles y sanciones a Colombia, a lo que el presidente Petro respondió con medidas recíprocas. No obstante, la Casa Blanca anunció el domingo que la crisis con Colombia se había resuelto después de que el Gobierno colombiano aceptara los términos propuestos por el presidente Trump.