Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, expresó su firme rechazo a las recientes declaraciones de la senadora panista María de Jesús Díaz Marmolejo, quien sugirió violentas represalias contra los legisladores que apoyen la reforma al Poder Judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En una conferencia de prensa, Sheinbaum Pardo calificó como «condenables» los comentarios de Díaz Marmolejo. La senadora por Aguascalientes, conocida por su lenguaje contundente, había propuesto un linchamiento figurado para aquellos legisladores que no se opongan a la reforma. “Es condenable, cómo se atreve un senador o senadora de la República a convocar a la violencia de esa manera, no estoy de acuerdo evidentemente”, enfatizó Sheinbaum.
Durante la misma conferencia en la que Díaz Marmolejo hizo sus polémicas declaraciones, la senadora mostró un fuerte rechazo hacia la reforma, advirtiendo que los legisladores que votaran a favor deberían enfrentar represalias violentas. «Es como para que al güey que no vote en contra, lo linchen al pendejo. Es en serio, así como es y sí como soy de mal hablada, que lo agarren a chingadazos y que le den con todo al güey que no vote en contra de esta reforma”, declaró la panista, generando un amplio rechazo tanto a nivel político como en la opinión pública.
Además, Díaz Marmolejo hizo un llamado a los integrantes de la bancada de Movimiento Ciudadano para que no traicionen a México y cumplan con el compromiso de votar en contra de la reforma. “No nos fallen, no le fallen a México, porque el voto es de ustedes y ustedes le van a fallar a México, a los ciudadanos”, agregó en un tono desafiante.
Las palabras de la senadora han generado una ola de críticas y preocupaciones sobre el clima político actual, especialmente en torno a la reforma judicial que está en discusión. Claudia Sheinbaum y otros líderes políticos han destacado la importancia de mantener un debate respetuoso y constructivo, libre de incitación a la violencia. La reacción de Sheinbaum subraya el creciente malestar hacia cualquier forma de violencia o intimidación en el ámbito político mexicano.