Por Bruno Cortés
En un aire fresco que recorre los pasillos del poder en México, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha logrado en tan solo seis meses un respaldo ciudadano que resuena como un eco de esperanza: un 82% de aprobación, según la encuesta más reciente de Enkoll, publicada en colaboración con EL PAÍS y W Radio. Los números, fríos en su esencia, se transforman en un testimonio cálido del sentir popular, un reflejo tangible de que las promesas de campaña comienzan a tomar forma en las calles, en los hogares y en las conversaciones cotidianas.
Este lunes, desde la tribuna de San Lázaro, el diputado federal Arturo Ávila, vocero de Morena, no ocultó su entusiasmo. Con la voz firme y el rostro iluminado por una sonrisa de orgullo, celebró el dato como un hito histórico. “Es un reflejo de que se está trabajando bien”, afirmó, mientras el murmullo de la sala parecía asentir en silencio. Para Ávila, este porcentaje no es solo una estadística, sino la prueba de que los esfuerzos del gobierno empiezan a calar en los asuntos más apremiantes del país, desde la seguridad hasta la confianza en las instituciones.
“Lo diré en una sola palabra: Sheinbaum”, proclamó el legislador, dejando que el apellido resonara como un símbolo de liderazgo sólido y eficiente. En su discurso, destacó que el respaldo no solo se siente en México, sino que trasciende fronteras. “Lo dice esta encuesta, pero también lo dicen en el exterior, incluso el propio Donald Trump”, añadió, subrayando la percepción internacional de una presidenta que combina humanidad con resultados concretos. La mención del exmandatario estadounidense pintó una imagen inesperada: la de una líder mexicana cuya influencia se proyecta más allá del Río Bravo.
En el corazón de los logros celebrados por Ávila está la seguridad, un tema que los encuestados señalaron como la mayor preocupación nacional. Aquí, el diputado apuntó a cifras que hablan por sí solas: una reducción sostenida en el promedio diario de homicidios dolosos, que pasó de 100.5 en enero de 2018 a 73 en marzo de 2025. Cada número representa vidas preservadas, familias que respiran un poco más tranquilas y comunidades que empiezan a recuperar la paz perdida. Los decomisos de 134.7 toneladas de drogas y las 15,887 detenciones de delincuentes de alto impacto entre octubre de 2024 y marzo de 2025 refuerzan esta narrativa de progreso.
El foco de atención también se posó en Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y el miembro del Gabinete mejor evaluado, con un 78% de aprobación. Ávila lo destacó como el artífice de esta estrategia que, paso a paso, desmantela las redes de violencia. “No es casualidad que sea el mejor evaluado”, señaló, evocando la imagen de un funcionario cuya presencia en las calles y en las cifras inspira confianza. Su liderazgo, según el morenista, es un pilar clave en este avance que el pueblo percibe y aplaude.
La encuesta de Enkoll no solo mide aprobación, sino que captura un momento de conexión entre el gobierno y la ciudadanía. En las plazas públicas, en los mercados abarrotados de aromas a especias y en las charlas al calor de un café, el nombre de Sheinbaum se pronuncia con un tono de optimismo renovado. Los datos muestran que su estilo directo y su enfoque en resultados han logrado lo que pocos esperaban en tan poco tiempo: un respaldo que trasciende ideologías y une a un país diverso.
Para Arturo Ávila, este 82% es más que un número; es el sonido de un México que empieza a caminar con paso firme hacia un futuro menos incierto.
“Tenemos una gran presidenta con un respaldo histórico”, insistió, y sus palabras parecían flotar en el aire, invitando a imaginar un país donde la seguridad y la confianza sean la norma, no la excepción. En este primer semestre de gobierno, Sheinbaum y su equipo han sembrado una semilla de esperanza que, según las cifras, ya comienza a florecer.