En una conferencia de prensa desde su casa de transición, Claudia Sheinbaum Pardo, candidata electa a la Presidencia de la República por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), abordó el tema de su relación laboral con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), una vez que asuma su nuevo cargo el próximo 1º de octubre.
Sheinbaum Pardo, quien actualmente se desempeña como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, explicó que en los próximos meses vencerá su solicitud de licencia sin goce de sueldo que presentó ante la Máxima Casa de Estudios al asumir dicha responsabilidad, misma que tuvo una duración de seis años.
«Mi relación contractual como académica e investigadora con la UNAM llegará a su fin en estos meses, ya que no solicitaré ningún privilegio adicional por ocupar el cargo de Presidenta de la República. Me apego estrictamente a lo que establecen los estatutos universitarios», afirmó la próxima mandataria nacional.
Claudia Sheinbaum Pardo ostenta el grado de Investigador Definitivo Titular B en el Instituto de Ingeniería de la UNAM, además de pertenecer al Sistema Nacional de Investigadores con grado II. Su labor académica se centra principalmente en los campos de Sistemas Mecánicos, Energéticos y de Transporte, áreas en las que ha dejado una marca significativa a lo largo de su carrera.
La futura presidenta enfatizó que el estatuto del personal académico de la UNAM estipula un límite máximo de seis años para las licencias sin goce de sueldo, por lo que, cumpliendo con dicho marco legal, concluirá su vínculo activo con la institución educativa en los términos acordados.
Este anuncio de Sheinbaum Pardo refleja su compromiso con la transparencia y el apego a las normativas vigentes, estableciendo un precedente sobre la separación clara entre sus responsabilidades académicas y su próxima gestión como máxima autoridad del país.
El proceso de transición hacia la Presidencia de la República continúa avanzando bajo la dirección de Claudia Sheinbaum Pardo, quien se prepara para asumir el liderazgo del país el próximo 1º de octubre, marcando un nuevo capítulo en la historia política de México.