Por Bruno Cortés
En el corazón del debate político en México, la reciente reforma que incorpora a la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha encendido pasiones y tensiones. La diputada Claudia Rivera Vivanco, de Morena, no se ha quedado callada y ha salido a defender la medida, argumentando que en un país donde la violencia ha afectado a millones, esta reforma no solo es necesaria, sino urgente.
Imagina que cada día te preocupa salir a la calle, no sabes si te vas a encontrar con una situación violenta. Esa es la realidad de muchos mexicanos. Por eso, Rivera Vivanco enfatiza que esta reforma es un paso hacia la seguridad que tanto se anhela. Sin embargo, lo más interesante es cómo la diputada critica a la oposición, señalando que muchos de los que ahora se oponen a esta medida, en el pasado la aplaudieron. “¿Por qué rechazar lo que una vez celebraron?”, se pregunta. Este tipo de juegos políticos no son nuevos, pero afectan directamente la vida de la gente.
La diputada también lamenta que algunos políticos parezcan más interesados en sus propias agendas que en el bienestar de los ciudadanos. Para ella, apoyar esta reforma es un acto de responsabilidad compartida. “La seguridad pública es cosa de todos”, dice, destacando que esta reforma permite una coordinación más efectiva entre los diferentes niveles de gobierno.
Pero, ¿qué tan efectiva ha sido la Guardia Nacional desde su creación en 2019? Rivera comparte cifras alentadoras: la capacidad operativa de la Guardia ha crecido de 40 mil a más de 119 mil elementos, y esto ha contribuido a reducir la tasa de homicidios en un 19%. Además, la percepción de inseguridad ha disminuido en un 14%. Estas estadísticas son más que números; representan vidas que se han salvado y comunidades que empiezan a sentirse más seguras.
Ella también recuerda su propia experiencia como presidenta municipal de Puebla, donde implementó una estrategia de seguridad que redujo los delitos en un 40%. La clave fue la colaboración con la Guardia Nacional y el fortalecimiento de las policías locales. Es un claro ejemplo de que cuando se trabaja en equipo, los resultados son visibles.
Así que, en medio de toda esta polémica, la diputada hace un llamado a dejar de lado las diferencias políticas y unirse por un objetivo común: la paz. La reforma es vista por ella y por muchos como un paso necesario hacia un México más seguro, donde la violencia deje de ser parte del día a día.
En este contexto, se abre un espacio para que todos reflexionemos sobre el papel que cada uno juega en la búsqueda de la seguridad y la paz en nuestro país. La pregunta que queda es: ¿podremos, como sociedad, poner de lado nuestras diferencias y trabajar juntos para un futuro más seguro? Solo el tiempo lo dirá.