Por Bruno Cortés
Ciudad de México – En un encuentro histórico, Clara Brugada Molina, la precandidata única de Morena, PT y PVEM a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, ha desplegado una visión ambiciosa y revolucionaria para transformar los mercados públicos en centros neurálgicos de la economía social y solidaria. Más de 500 representantes de mercados públicos se reunieron con Brugada en un primer encuentro que promete ser el inicio de una transformación profunda en la forma en que se conciben estos espacios tradicionales.
Brugada Molina propuso la creación de mesas de trabajo que funcionarían como «laboratorios de ideas», con el objetivo de reunir propuestas para revitalizar los mercados públicos y convertirlos en motores de la economía local. La iniciativa apunta a una modernización que va más allá del mero comercio, incluyendo medidas de seguridad, suministro de agua, y la integración de actividades de cuidado, salud e información pública.
La precandidata ve en estos espacios comerciales el potencial de ser la punta de lanza económica de la Ciudad de México. Los mercados no solo serán centros de abasto, sino también puntos detonadores para el desarrollo económico, conformándose como Comités Promotores de la Economía Social, Solidaria y Popular.
El proyecto de Brugada no se limita a ideas generales. Incluye un plan detallado para cada mercado, abarcando desde el mantenimiento físico hasta el apoyo económico para los locatarios. La visión es clara: los mercados deben prosperar desde abajo, siendo un reflejo de la historia prehispánica y la identidad de la ciudad. “Para nosotros una ciudad próspera, significa también que haya prosperidad abajo, no sólo arriba”, enfatizó Brugada.
La respuesta de los locatarios fue de apoyo y confianza, con la expectativa de que Brugada dará continuidad al trabajo iniciado por la doctora Claudia Sheinbaum. Los representantes de los mercados, provenientes de todas las delegaciones de la Ciudad de México, presentaron inquietudes y propuestas innovadoras, desde la expansión del programa Mercomuna hasta la instalación de celdas fotovoltaicas y el uso de agua pluvial en los mercados.
Este encuentro marca un hito en la política de la Ciudad de México y podría ser el inicio de una nueva era para los mercados públicos, transformándolos en espacios vivos y vibrantes que nutran no solo el cuerpo, sino también el espíritu comunitario y la economía local.